"La gran asignatura pendiente del Gobierno es la crisis del paro", afirma Cospedal

En Tele 5, María Dolores de Cospedal, secretaria general del PP, se ha referido al dato de inflación de octubre, que se ha quedado en el 3,6% en la interanual, tras reducirse en nueve décimas: todavía el diferencial del IPC español con el resto de socios europeos es alto, y el IPC afecta muchísimo a las familias, sobre todo cuando lo que tenemos en España son rentas más bajas y con una situación de elevadísima tasa de desempleo y el crecimiento espectacular pero catastrófico del desempleo en nuestro país, casi el doble que la de la UE, y hoy tenemos 2.818.000 parados, ese es nuestro tremendo hecho diferencial. Y ha añadido: la gran asignatura pendiente del Gobierno de España es la crisis de la economía real en España, que son los datos de paro.

Respecto a la cumbre del G20 del 15 de noviembre en Washington, a la que finalmente asistirá España gracia a que Francia le cede su lugar, puesto que ella asistirá como país presidente de la UE, Cospedal ha dicho: el Gobierno ha hecho un esfuerzo diplomático muy importante, pero lo importante no es que vaya sino que permanezca en este foro para lo cual el PP apoyará al Gobierno. 

Cospedal ha proseguido con sus críticas al Gobierno por su inacción ante la crisis económica: Desde hace más de un año el PP viene diciendo que estábamos en una situación económica muy complicada, que había que tomar medidas valientes y con coraje. Respecto a la inyección de liquidez del Gobierno a la banca, la secretaria general del PP ha señalado que el PP la ha apoyado pero exigiendo control y transparencia ya que es muchísimo dinero y tiene que estar controlado a quién va, para qué va  para qué se va a utilizar.  Y ha reclamado que se destine a las familias y las empresas. En el tema de las hipotecas, el PP propone que se aplique el que directamente, parte de la cuota que tienen que pagar todos los españoles en la cuota hipotecaria se desgravara del impuesto de la renta, es decir, que se le aplique a todo el mundo que hoy está pagando la hipoteca. 

Ha mostrado también su desacuerdo con los sindicatos, que dicen que bajar impuestos no es social: los sindicatos se supone que representan a los trabajadores y estoy segura que si le pregunta a un trabajador si bajar impuestos es social, estoy segura de que dirá que es lo más social que hay. Los impuestos hay que bajárselos primero a los que menos tienen y luego a las clases medias que son las que generan la actividad económica de un país y a las PYMES. A este respecto, las medidas adoptadas por el Gobierno para ayudar a las PYMES le parecen insuficientes: una medida tan importante como bajarles el Impuesto de Sociedades sí que les ayudaría. Por supuesto, los trabajadores tiene derecho a cobrar su prestación por desempleo, pero de los males, lo mejor es mantener los puestos de trabajo.

Cospedal ha reclamado también, sobre el sector automovilístico, que se tiene que sentar el Gobierno con los agentes sociales,  empresarios, trabajadores y con el sector automovilístico, porque tienen un problema tremendo y es que han bajado un 40% sus ventas.

En TVE, Bruno Delaye, embajador de Francia en España, ha dicho que Francia cree que un país como España puede aportar muchísimo en la próxima reunión del G20 de Washington, no sólo es un asunto de prestigio sino un deber para un país que es la octava economía del mundo dar a conocer sus propuestas para reformar el sistema monetario y financiero internacional. Delaye ha destacado la importancia de esa reunión: es un momento histórico, estamos como los padres de Breton Woods, cuando iniciaron la arquitectura del sistema financiero internacional. El embajador francés ha explicado que la razón de convocar un formato G20 es por comodidad, ya que ya existe: es muy difícil convocar una reunión de nuevo formato de principio.  Y que el presidente Bush no quiso que la reunión fuera en la sede de la ONU, y esa era la propuesta francesa.  

Delaye ha dicho que no recuerda una crisis como esta a nivel internacional pero en el lado positivo se han caído muchos tabúes, cualquier idea que se salía de este camino de inspiración neoconservadora era vista como una idea casi disidente. Ahora no hay más tabúes y podemos ser pragmáticos. Además, ha venido la hora de Europa, vamos a ver si esta construcción tan sofisticada sirve para algo en tiempo de crisis. Y esto es positivo. Y en tercer lugar, hay un nuevo reparto de poder a nivel internacional, quizá menos del otro lado del Atlántico y más del lado de Asia y Europa.

El embajador francés se ha mostrado también como un claro defensor de las instituciones europeas: en tiempos de crisis hay que actuar rápidamente. Ha funcionado y de todo esto, las instituciones europeas han salido mas fuertes que antes. El papel de los bancos centrales ha sido estupendo, la primera línea de defensa la pusieron los bancos centrales europeos, y el BCE. Cuando esta empezó a caerse, hubo un segunda línea que pusieron en marcha los gobiernos, de manera separada, y después nos agrupamos en el eurogrupo y después los 27, y pusimos esa segunda línea de defensa. Ahora se trata de ir más allá y de trabajar en la reforma del sistema financiero internacional. Europa se reúne, sale una propuesta muy detallada y va a Washington con una propuesta. Vamos bien. El sistema funciona bien. Europa funciona muy bien, perfectamente bien.

También ha apuntado que llega el momento para los europeos de plantearse cuál va a ser el futuro de nuestra industria: ¿vamos a seguir teniendo una industria automovilística o no? Nosotros pensamos que sí, pero para esto hay que luchar. Por ejemplo, hay que plantear a nivel europeo cuál es la política para el coche eléctrico, que es el futuro. Sería positivo para Europa ser los primeros en el planeta en desarrollar el nuevo coche eléctrico. Sin embargo, en Europa, ha dicho, no estamos todos de acuerdo en el tema de las políticas comunes macroeconómicas: no estamos todos de acuerdo sobre el papel del eurogrupo.

En Intereconomía, Emiliano Carucho, coordinador del Boletín de Inflación y Análisis macroeconómico e investigador del Grupo Instituto Flores de Lemos, se refería a la inflación interanual, que se queda en el 3,6 %, y a la de octubre que ha subido un 0,3%. Carucho opina que la inflación seguirá a la baja hasta Navidad de 2009, de hecho la inflación se reducirá alrededor de un punto porcentual en noviembre y se podría situar en diciembre alrededor del 2,5%. Y ha afirmado que esa reducción viene marcada por la reducción de los precios energéticos y por la reducción de la inflación en los alimentos elaborados.

El patrón se va a mantener estable durante los próximos meses, ha destacado, aunque dentro de los grandes apartados, cada mes puede ser más fuerte el descenso de la inflación en una más que en otra categoría de bienes. En cuanto a la inflación subyacente, cree que el problema es que el impacto de la crisis sobre los precios, todavía no se ha aclarado. Varios sectores han acumulado un exceso de capacidad. Esperamos que pueda haber un impacto en esos sectores positivo para los consumidores sobre los precios. Todavía esto no se ha observado, es puramente teórico. Esperamos que la inflación subyacente se reduzca, hasta el 2,5% en los primeros meses de 2009, pero el impacto que la debilidad de la demanda interna puede tener sobre los precios  todavía no es posible cuantificarlo.  

Carucho también opina que la cantidad de dinero que se está emitiendo en el mercado sirve para cubrir una demanda extrema de liquidez: no creo que esos estímulos van a ser inflacionistas. De hecho, algunos expertos económicos hablan más de un riesgo de deflación, que podría ser compensado con esas grandes emisiones. Pero no creo que en el  corto plazo, esas emisiones vayan a ser inflacionistas, porque responden a una gran demanda de liquidez. Estas emisiones no tendrán un efecto inflacionista muy fuerte a corto plazo.

Carlos Herrera: Esa historia de amor con Obama puede durar menos de lo que parece

Carlos Herrera, en Onda Cero, comentaba el nivel de adulación al que se está llegando con Obama y su victoria electoral en EEUU: Anda, que si las primeras medidas de Obama son proteccionistas, alguno se disgustará en Europa. Y en cuanto a las prioridades sobre las dos guerras que tiene abiertas, Obama ha dejado claro ayer que sus intereses, los de EEUU, están en irse retirando de Irak, pero en permanecer en Afganistán y además con más presencia. Deja a Irak en una situación muy delicada porque las facciones chiíes, suníes, pueden acabar en un conflicto civil abiertamente si algún día los norteamericanos dejan el país. Y sobre todo, pueden invitar a la preeminencia de Irán en la zona. En un Irán constituido fuerte y con el control del petróleo en el Golfo. Esto, a los americanos les preocupa, pero EEUU depende en un 10% del petróleo del Golfo y Europa mucho más, por eso pueden tener allí algún tipo de fricciones. Y cuando pida que vayan más tropas a Afganistán, ¿qué van a decir los demás países. Y sobre todo el mosqueo en Europa porque hay algunos analistas que dicen que intensificar la presencia en Afganistán lo que hace es arriesgar a desestabilizar Pakistán, que tiene botoncito nuclear. En fin, escenario internacional en el que las pretensiones de uno y otro no tienen por qué ser las mismas y esa historia de amor con Obama dura menos de lo que parece. Obama dijo otra cosa ayer, dijo que además de llevar tropas a Afganistán, a él le gustaría hablar con los talibanes reconciliables e implicar a Irán en la solución. Esto lo puede decir Obama y no pasa nada. Pero lo dice Rodríguez Zapatero y le damos con un balacalo salado en la cabeza.