- El ex guardaespaldas del dictador Juan Reinaldo Sánchez escribe un libro en el que exhibe la doble vida de Fidel: "No muchas personas en el mundo pueden decir que tienen una marina privada con cuatro yates, un bote de pesca y más de 100 hombres que cuidan esas propiedades".
- Y ahí no queda la cosa: "Al contrario de lo que siempre ha dicho, Castro nunca ha renunciado a las comodidades capitalistas o escogido vivir en la austeridad. Su modo de vida es el de un capitalista sin ningún tipo de límite".
- Sánchez también describe a Fidel como un hombre carismático e inteligente pero manipulador, egocéntrico y de sangre fría.
- Y además, lo acusa de proteger a un traficante de drogas: "Ese fue el momento en el que Fidel dejó de ser mi ídolo".
Lo ha escrito uno de sus ex guardaespaldas más cercanos, de nombre Juan Reinaldo Sánchez. El título del libro es 'La vida secreta de Fidel Castro'.
Sánchez cayó en desgracia hace 20 años cuando su hermano desertó y él terminó en prisión hasta que escapó en una lancha a Miami en 2008.
En una entrevista con la BBC, el ex guardaespaldas de Castro cuenta la riqueza personal del dictador: "En el libro yo ofrezco las evidencias de que Fidel tenía una vida de lujos". "No muchas personas en el mundo pueden decir que tienen una marina privada con cuatro yates, un bote de pesca y más de 100 hombres que cuidan esas propiedades".
"Nadie en Cuba sueña con tener un coto de caza personal, más de 20 residencias que yo conocí y una isla privada, Cayo Piedra, (al sur de Bahía de Cochinos) que cuenta con un restaurante flotante y un delfinario donde Fidel llevaba a su familia y amigos cercanos", cuenta Sánchez.
"Al contrario de lo que siempre ha dicho, Fidel nunca ha renunciado a las comodidades capitalistas o escogido vivir en la austeridad. Su modo de vida es el de un capitalista sin ningún tipo de límite", añade.
Sánchez también describe a Fidel como un hombre carismático e inteligente pero manipulador, egocéntrico y de sangre fría: "Fidel yo diría que tenía una doble vida, así lo veía yo. Fidel Castro tenía una imagen pública de una persona sencilla y modesta, hasta afable, pero en su vida privada era algo muy diferente", agrega. "Yo nunca lo vi con una expresión de cariño hacia su familia, nunca lo vi darle un beso a sus hijos en la mañana. Las relaciones entre la familia eran más bien frías y distantes".
"A juzgar por lo que yo pude ver en su residencia de Punto Cero, la relación con su esposa Dalia Soto del Valle, era también así. Ella era como su ayudante personal, le traía documentos para leer, o lo que él necesitara. Pero nunca vi el afecto que uno se imagina en una matrimonio", apunta. "Con sus amantes su actitud era otra. Era más cortés y hasta les llevaba flores en los cumpleaños", añade.
Afirma también que Fidel dio protección en Cuba a un conocido traficante de drogas: "Ese fue el momento en el que Fidel dejó de ser mi ídolo. Para mí, él era lo más grande, el hombre por el cual yo estaba dispuesto a morir", recuerda. "Pero a partir de ese momento me decidí a encontrar una manera de salir porque no podía entender que estuviera protegiendo a un hombre que había negado públicamente cualquier implicación en el tráfico de drogas". Aunque no sugiere que Castro obtuviese beneficios económicos.
José Ángel Gutiérrez
joseangel@hispanidad.com