El vicepresidente económico también le pidió tener responsabilidad en la política energética

La incógnita durante la pasada legislatura era si Solbes seguiría o no en un segundo mandato. Él siempre respondía de manera "estándar": "Mi compromiso con el presidente es para una legislatura; después, ya veremos". Al final, se tira a la piscina y afirma que sí, que seguiría en una segunda legislatura Zapatero. Lo que no dijo es la cocina: la piscina tenía agua. O al menos eso pensaba él. Solbes le pidió dos cosas para seguir. La primera que la Oficina Económica de Moncloa dejara de comerle la oreja. La segunda que le dejara formar el equipo económico y meter baza en la política energética.

ZP le dijo que sí a todo. No podía arriesgarse al desprestigio que hubiera supuesto que Solbes se largara y le dejara con el marrón de la economía a él solito, que todavía no ha tenido tiempo de tener sus ‘dos tardes'. Sabe que Solbes genera confianza en los mercados internacionales, así que ‘amen' a lo que pida.

Pero también ha ido descubriendo que Solbes traga con lo que le pongan. Así que una de sus primeras declaraciones fue insistir en que el gabinete lo elige él. Primera en la frente para el vicepresidente que se las veía felices nombrando a los ministros de Fomento e Industria. Y la segunda -como ya hemos informado- puede ser que le meta a su gran enemigo, Miguel Sebastián, en el gabinete. Da igual. D. Pedro aguanta el ‘trágala'.