La operación de La Caixa sobre Repsol permita blindar a los accionistas de la compañía frente a OPAs hostiles de terceros países. Este es el mensaje enviado desde el entorno de la petrolera. La acción de oro tiene fecha de caducidad y Repsol cotiza por debajo de las compañías de su entorno porque los prudentes analistas calculan el valor de los activos argentinos a cero. La inseguridad jurídica tiene un precio. Y no barato.
En el mercado aseguran que Repsol es un "mirlo" que aparece en todas las quinielas de las compañías que quieren crecer, especialmente las petroleras chinas. Si a eso se le suman las desavenencias históricas entre Repsol y La Caixa y la presión del Gobierno, la dimisión de Cortina se entiende perfectamente.