Por supuesto, se trata de mostrar la sexualidad humana como un hecho biológico, estrictamente animal y, ya dentro de esta perspectiva, una formación dedicada, principalmente, no a la procreación sino a la contracepción. El proyecto del Ministerio de Educación no habla de norma moral alguna sobre la sexualidad ni repara en sus causas ni en las consecuencias de la contracepción.
Por decirlo de alguna forma, el espíritu de la norma es que sexualidad es lo que se hace en la cama para obtener placer y evitar cualquier otra cosa, especialmente el carácter unitivo, el compromiso con el otro y la formación de una familia. Como consecuencia lógica, para el Gobierno argentino, el amor conyugal sólo es contacto sexual. Informa la agencia Notivida.