• En declaraciones a Hispanidad, el disidente cubano afirma que "es comprensible" que por alta política el Ejecutivo tenga esta actitud.
  • Pero, añade, "visto como disidente, creo que hay que tener el coraje suficiente para que la verdad salga adelante".
  • Sobre el proceso contra el joven español: "No creo que la verdad vaya a salir a relucir en el juicio".
  • Recuerda también que "la familia Payá había recibido, poco antes del choque, mensajes explicando que estaban siendo perseguidos a través de la carretera".
  • En su opinión, se trató "o de un atentado o al menos de un accidente provocado para disuadir a los políticos europeos que visitan a los disidentes en Cuba". Unos hechos y amenazas de la dictadura cubana que "demasiados disidentes lo hemos sufrido".
El dirigente de Nuevas Generaciones del Partido Popular (PP), el español Ángel Carromero, se sentó este viernes ante un tribunal de la localidad cubana de Bayemo, en el sureste de la isla, para responder judicialmente por el presunto homicidio imprudente de los opositores Oswaldo Payá y Harold Cepero, fallecidos en julio en un accidente de tráfico.

La versión 'oficial' (o sea, la del régimen cubano) del accidente es que las causas fueron el exceso de velocidad y otros errores que cometió el conductor del vehículo, Ángel Carromero. Pero no se lo cree nadie. De hecho, el disidente cubano y ex preso político Ricardo González Alfonso (en la imagen), en declaraciones a Hispanidad, tampoco se la cree:

"Dados los antecedentes que existen desde hace años en Cuba, sobre todo en los últimos tiempos, como un choque al coche en el que era entrevistada la dirigente de las 'Damas de Blanco', Laura Pollán, las amenazas que recibió el mismo Oswaldo Payá", "el choque de su furgoneta -que la pusieron con las ruedas hacia arriba- todos estos elementos me resultan sumamente sospechoso y considero que no es aventurado pensar que, o bien se trató de un atentado o al menos de un accidente provocado para disuadir a los políticos europeos que visitan a los disidentes en Cuba".

En opinión de Ricardo González, en casos como este "se mueven siempre muchos intereses". Por una parte, "el PP tiene su principal objetivo en que uno de sus dirigentes no esté preso en Cuba y poderlo traer lo antes posible". Su compañero sueco, que viajaba con Carromero y que fue liberado, "por solidaridad calla, como ha hecho hasta ahora". Además, a su juicio, "es lógico que el acusado quiera salir de una situación tan embarazosa lo antes posible y además debe cumplir con la disciplina partidista, lo mismo que le ocurre al dirigentes sueco que le acompañaba en el accidente". Y el otro elemento en juego en este caso es la familia de Oswaldo Payá: "Que había recibido, poco antes del choque", "mensajes explicando que estaban siendo perseguidos a través de la carretera".

En consecuencia, "todos estos elementos -prosigue Ricardo González- hacen que en mi opinión, el juicio sea una mascarada más en el nombre supremo de la alta política". "Uno quiere salir en libertad, el Gobierno español del PP desea no verse implicado en un asunto político delicado y el sueco opta por no complicar la situación de su compañero".

"Pero hay otro aspecto interesante, que es la verdad", apunta Ricardo González. "Y esa es la que yo no creo que vaya a salir a relucir en el juicio por las razones anteriores". "Siempre creo que es muy importante contar con la opinión de la viuda y la hija de Payá, porque ellas recibieron esos mensajes previos al accidente. Por tanto, estamos entre un juego de intereses políticos y la realidad". "Y es muy triste que un hombre como Payá, que había recibido muchos premios internacionales, incluyendo el Sajarov de la UE quede como víctima de un accidente de alguien que no lo provocó y no como víctima del Gobierno cubano, que suele amenazar y realizar estos ataques de diversa índole que de alguna forma u otra amenaza o hechos. Demasiados disidentes lo hemos sufrido".

Respecto a la actitud silenciosa y pasiva del Gobierno de España en este caso, Ricardo González se pone en su lugar: "Es comprensible que por alta política no quieran verse implicados en un asunto de esta índole, denunciando al Gobierno de Cuba por atentar contra uno de sus ciudadanos y contra esas cuatro personas, dos de las cuales resultaron muertas". "La alta política casi nunca es limpia. Visto como disidente y dando mi opinión, creo que hay que tener el coraje suficiente para que la verdad salga adelante. Pero eso ocurre muy poco cuando se manejan asuntos entre estados".

José Ángel Gutiérrez
joseangel@hispanidad.com