El subtítulo que acompaña al título de la película dice: "Cada vida esconde un misterio". Si ven Jindabyne descubrirán que en este culebrón, bien rodado y fotografiado, lo raro es encontrar a alguien presumiblemente "normal"…
Este largometraje, de nacionalidad australiana, comienza con un arranque sobrecogedor: el asesinato, aparentemente a sangre fría, de una joven aborigen. Días más tarde tres amigos que van de pesca encuentran el cadáver pero, en lugar de llamar inmediatamente a la policía, siguen con "sus vacaciones" como si no pasara nada. Posteriormente, cuando regresan a casa, dan el correspondiente aviso de su macabro hallazgo. Ni que decir tiene que sus esposas no saben como reaccionar por su frío comportamiento ante el dolor ajeno…
Normalmente en periodismo se repite un dicho: " La noticia no es que un perro muerda a un niño sino que un niño muerda a un perro". Viene a cuento este recordatorio, porque en Jyndabyne todos los personajes que desfilan por la pantalla tienen su "especial historia". Algo que se puede justificar en una serie de televisión (en la que cada capítulo debe contener un elemento nuevo para seducir al público) pero no en una película. Así, en Jyndabyne aparecen tantos personajes "fuera de lo normal" que resulta excesivo.
A saber, los matrimonios de los cuatro "pescadores" son alucinantes. La pareja protagonista tiene problemas porque ella tuvo una depresión postparto y huyó de casa: el matrimonio de abuelos jóvenes tienen una nieta resabiada a la que, de alguna forma, echan en cara la muerte de su madre; otro de los "pescadores" está casado con una antigua lesbiana, el otro con una "progre" etc… Como apreciarán todo muy edificante y recomendable.
Jindabyne es la tercera película del director Ray Lawrence (que cosechó un gran éxito en Australia con Lantana) pero desconozco si en su tierra natal dejó tan agotados a los espectadores con sus innumerables tramas y subtramas como ocurrirá aquí con Jindabyne.
Para: A los que les vaya el cine australiano que, visto lo visto, este año es bastante peculiar