El Gobierno está paralizado tanto en su acción gubernamental como legislativa El pasado jueves sus señorías no tuvieron pleno. Y no lo tuvieron porque no había proyectos de ley que aprobar. Tampoco hay decisiones de Gobierno más allá de decisiones de mero trámite o informes. Y así desde hace varios meses. En el último Consejo de Ministros, más allá de las becas de mantenimiento para los malos estudiantes, el proyecto de ley para financiar la televisión pública y los 600 millones añadidos para el plan Renove Turismo, no hubo nada de nada.
Asuntos de trámite: subvenciones a las CCAA para estrategias del sistema nacional de Salud, ayudas a los damnificados por fuerte granizada en Rioja, construcción de una nueva estación de alta velocidad en Tarragona, obras para el AVE en Valladolid, aprobada la transmisión de acción de varias autopistas, mejoras del sistema de cimentación de la presa del Cancho del Fresno (Cáceres), reparación de la presa de Oliana (Lérida), concursos de traslados para 42 fiscales, continuado proceso de extradición a Albania de Astrit Bushi, convenios con Turquía y Jordania en la lucha contra la delincuencia, reforma de la sede de la dirección del Instituto Nacional de la Seguridad Social en Sevilla, obras complementarias en el nuevo edificio para la gerencia informática de la Seguridad Social en Madrid, remisión a Cortes del convenio de doble tributación con Serbia.
Y además, Informe del Observatorio Estatal de violencia sobre la mujer. Nada más. Ni una sola reforma estructural seria que apuntale el crecimiento y la salida de la crisis. Nada de nada. Más que un Consejo de Ministros parece una reunión de la comunidad de vecinos.