Sr. Director:
En relación con el artículo "Príncipes de Asturias: un viaje a Hamburgo de tres horas" firmado por D. Fernando Corvinos y aparecido el 30 de Junio en su Confidencial, quisiera hacer algunas aclaraciones.

 

Sobre la visita en general y sobre su dimensión cultural, que creo importantes sobre todo a la hora de ser tan firmes como generosos en las cuestiones delicadas de política internacional, no voy a entrar en controversia. El Sr. Corvinos tiene una opinión muy respetable y los demás tenemos cada uno la nuestra, tan respetable como la suya.

El motivo fundamental de esta carta es otro  y de mayor trascendencia, desvelar la afirmación no ajustada a la verdad así como el grave error de documentación, estoy seguro de que ambos involuntarios, que aparecen en el tema central del artículo del Sr. Corvinos.

Se viene a insinuar, o mejor, a afirmar casi expresamente, una omisión de la defensa de los intereses patrios por parte de S A R el Príncipe de Asturias en el tema de la crisis provocada por la bacteria E.coli. En este sentido y como información veraz, transcribo a continuación un fragmento del final del discurso de S A R. en el acto de inauguración oficial del Instituto Cervantes, de Hamburgo el 30 de Junio de 2.011

"La Princesa y yo deseamos sinceramente muchos éxitos a este nuevo Centro del Instituto Cervantes y a sus profesores en su labor de seguir intensificando nuestros lazos culturales, que tanto contribuye así al desarrollo de nuestra cercanía y de nuestras relaciones bilaterales. Unas relaciones fuertes, sin duda capaces de superar con éxito problemas o dificultades. Entre ellos no puedo dejar de referirme a los serios perjuicios sufridos por nuestro sector hortofrutícola a raíz del trágico brote bacteriano. Como saben, su origen fue ajeno a nuestros productos, que siempre han sido tan apreciados en este país. Quiero en este sentido expresar la convicción de que las excelentes relaciones y la amistad profunda entre España y Alemania ayudarán a encontrar las soluciones necesarias para este problema, tanto en el plano bilateral como en la Unión Europea".

Jesús Sáiz y Luca de Tena