Los socialistas han concedido a Iberia y sus socios de la alianza Oneworld más de un 90% de la nueva terminal de Barajas, la T-4. El gran perdedor es Spanair, la compañía de SAS que aún gestiona Gonzalo Pascual, de Viajes Marsans. De esta forma, los socialistas han decidido quitar a Marsans lo que el anterior Gobierno del Partido Popular le concedió.