El presidente de ENCE, Juan Luis Arregui, posee el 2% de Iberdrola y el 20% de ENCE. La papelera es el primer productor español de biomasa y el segundo del mundo. La empresa de celulosas vale hoy 1.380 millones de euros. En el fondo, Arregui repetiría la operación Gamesa y Galán continuaría con su diversificación de producción eléctrica
La guerra entre los Albertos y Juan Luis Arregui por ser el primer accionista de la Empresa Nacional de Celulosas (ENCE) recuerda el duelo entre el indio Ram Bhawnani y Jaime Botín por la primacía en el capital de Bankinter. Han llegado a una situación de empate, en la que Arregui posee el 21% de ENCE… y el otro 21% los Albertos.
Y la cosa tiene su enjundia, porque Cortina y Alcocer están inmersos en la cuestión… de la venta de ENCE a Iberdrola.
La eléctrica quiere diversificar aún más su mix de energía. Entendámonos, todo el auge de las energías renovables no es más que producto de una decisión política. El coste de 15 céntimos por kilowatio en las energías tradicionales pasan a entre 40 y 60 si hablamos de eólicas, huertas solares o biomasa. Galán lo sabe, pero cuenta con que los signos de los tiempos no los cambia nadie, así que, a través de los impuestos, los ciudadanos prefieren pagar una energía cara mientras les digan que es limpia. Al menos por el momento.
Pues bien, ENCE es el primer fabricante de biomasa, por su doble vía de la producción de biodiesel o de fermentación aeróbica, con una generación que viene alcanzando los 75.000 MWh, que no es mucho pero le coloca en el segundo puesto del ranking mundial de fabricantes de biomasa.
Además, Arregui es vicepresidente primero y primer accionista individual de Iberdrola. Este puesto lo consiguió con su venta de Gamesa y otras empresas de energía éolica a Iberdrola, donde prefirió títulos a dinero fresco. Si consideramos que la capitalización de Iberdrola vale 50.100 millones de euros y ENCE 1.389 millones, pueden hacer las cuentas.
Eso sí, los Albertos, por el momento, nada saben, y siempre hay que tener en cuenta a quien posee un 21% del capital. Las relaciones entre Ignacio Galán y los Albertos son buenas, sí, pero los primos son el primer-segundo accionista de ACS, y ACS está en Iberdrola.
La otra opción es que Iberdrola compre los activos eléctricos de ENCE, pero se trata de una negocio integrado –todo sale del árbol- entre la fabricación de celulosa, de otos productos arbóreos y de biomasa. No es tan sencillo.
ENCE obtuvo 42,3 millones de euros de beneficio en el primer semestre, con una facturación de 309 millones.
Por cierto, en mitad de la debacle bursátil del jueves, ENCE subía en bolsa un 3,37%, aunque es cierto que no pudo aguantar la sesión del viernes, donde, en la recta final, bajaba un 2%. Sin embargo, su comportamiento ha estado muy por encima de la media del mercado.