Demasiados enigmas: a larguísimo plazo y sin concretar la convertibilidad
La verdad es que no se entiende muy bien, pero podemos intentarlo. Cerrada la sesión bursátil del pasado lunes la constructora ACS emitía un hecho relevante en el que anunciaba que pensaba emitir obligaciones entre 750 y 1.500 millones de euros.
A partir de ahí, nada queda claro. En primer lugar, el abanico es grande. En segundo lugar, a qué viene anunciar una emisión que se ejecutará a finales de año y que puede representar hasta un 10% de la capitalización actual. Naturalmente, el martes, ACS se pegó la toña en bolsa. No se explica si las obligaciones serán convertibles o no. No se dice si se emitirán con descuento o no. ACS se ha dedicado a amortizar capital durante dos años y ahora amplía capital. Aún más: se lanza al mercado minorista lo que le asemeja mucho a las emisiones de Nueva Rumasa, tan polémicas. En el mercado todavía se recuerda la emisión de preferentes de 1.500 millones de euros de Endesa, lanzada a través de Caja Madrid, donde la entidad recibió más rentabilidad por la dificilísima colocación que los suscriptores.
En fin, se supone que hablamos de una emisión de convertibles para comprar Iberdrola, objetivo al que se destinará lo que salga de la venta de un paquete e Abertis. Pero sólo se supone, como sólo se explica la premura en anunciarlo para mantener viva la presión sobre Ignacio Galán.
Miriam Prat
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