Sr. director:
En un informa realizado por la FAD (Fundación de ayuda a la drogadicción), titulado: "Hijos y Padres: Comunicación y conflictos", muestra que un tercio de los padres con hijos adolescentes sienten que no están a la altura de las necesidades educativas de sus hijos; no tanto en relación a la transmisión de conocimientos, como en la preparación para un mundo en continuo cambio, para una sociedad que abre a los jóvenes muchas puertas a edades tempranas, que les ofrece información, modos de ocio y diversión antes reservados a los adultos.
Es que, según el mismo informe, aunque todos coinciden, adultos y jóvenes, en la importancia de la familia como eje educador y de socialización de los niños, ese es precisamente el problema, en nuestra sociedad no existe ya un modelo de familia como el tradicional de hace unas décadas, con papeles y modos de relación intergeneracional bien definidos, cosa que no quiere decir sin roces, y eso se nota, en cambio abundan las familias destrozadas y separadas. Parece claro que en educación lo que no hace la familia, difícilmente lo pueden hacer los otros elementos (escuela y sociedad).
Tal vez, además de las deficiencias del sistema (que las tiene y se han de corregir), las deficiencias de los profesores (que indudablemente las tenemos), muchos de los problemas en la educación y, hasta del mismo fracaso escolar, están en la deficiencia familiar.
Jesús Domingo Martínez.Girona