El caos en el PP madrileño alcanza cotas nunca vistas: los socialistas se animan a meter baza

En su obsesión por renovar como presidente de Caja Madrid, Miguel Blesa, el amigo de Aznar, se ha aproximado al alcalde de Madrid, Alberto Ruiz Gallardón, para formar frente común contra su común enemiga: la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre.

Ésta, con el concurso de Alberto Recarte y El Mundo, ha puesto a Blesa en la tesitura de tener que prescindir de Carlos Vela, el hombre de Martinsa, y nombre sustituto al frente de Cibeles, la corporación industrial de la Caja, a Carlos Martínez, tal y como adelantara Hispanidad, precisamente un damnificado de Vela.

La pugna fratricida en el PP por la Presidencia de la quinta entidad financiera española ha provocado que los socialistas, absolutamente ninguneados, cobren nuevos bríos y consideren que pueden romper el delicado equilibrio de poder por el que se rige la entidad, según una alianza entre el PP -ahora un sector del PP- y el sindicato Comisiones Obreras.