Sr. Director:
Ingrid Betancourt, nada más ser liberada reconoció su agradecimiento a Dios y haberse apoyado en el rezo del rosario.
Dios es el gran censurado por los medios públicos y privados. De Él sólo se habla para dejarlo en ridículo, o para cargarle con todas las calamidades de la historia. Pero Jesús, que ha dado la vida por cada hombre, creyente o ateo, acabará por desentenderse de la suerte de los pobladores de la tierra que se empeñan en construir un mundo de espaldas a Dios.
Un mundo que va a la deriva, en perjuicio de buenos y malos dada la íntima solidaridad que nos une, hasta la separación definitiva que tendrá lugar al final de los tiempos. Entonces será el tiempo de la censura de Dios.
Clara Jiménez
clarajim33@gmail.com