El Estado deberá ahora reparar los daños morales por haberle condenado a un año de cárcel.
Arnaldo Otegi acusó al Rey en un acto público en 2003 de ser el responsable de los torturadores. El Tribunal Supremo le condenó a un año de cárcel y el Constitucional confirmó la sentencia. Pero ahora el Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo señala que la pena es severa y desproporcionada.
Estrasburgo interpreta que las palabras de Otegi no son un atentando personal gratuito contra la persona del Rey, ni cuestionan su vida privada o su honor personal, sino que el pobre abertzale se refería únicamente a la responsabilidad institucional del monarca. Así, la pena de cárcel contra Otegi vulnera, según Estrasburgo, la libertad de expresión del entonces portavoz de Sozialista Aberzaleak.
Mariano Tomás
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