Parece que el mercado común funciona mejor para unos europeos que para otros. La diferencia es que unos Estados impulsan y protegen su industria, mientras otros creen que los principios ideales deben abrirse paso por sí solos.
El de la leche es un caso claro. Finalmente la francesa Lactalis ha recibido el visto bueno de la UE para hacerse con la española Puleva, antes unida a Ebro. De modo que los franceses, después de haber comprado Forlasa (cuya marca principal es El Ventero), continúan comprando allá donde otros venden. También en el sector de la alimentación a España le queda cada vez menos industria.
La consecuencia inmediata es que las empresas francesas priman las explotaciones dentro del país. Así, en España los ganaderos cierran y la leche nos llega de Francia. Cosas de la unidad de mercado.