Me lo explica un intermediario importante, representante de uno de los grandes fondos norteamericanos: porque el ajuste que queremos -así, en primera persona- es de 50.000 millones de euros". Además, añade, "tendría que afectar a pensiones, además de la sanidad".
Naturalmente, si hubiéramos ajustado 50.000, don Mercado Financiero exigiría 100.000.
¿Y por qué 50.000, y no 40.000 ó 60.000? Pues porque sí, porque los mercados no se mueven por conspiraciones -ojalá-, no. Se mueven por consenso: es decir, repiten como loros las estupideces que dice uno, no se sabe quién intentando objetivar lo inobjetivable.
La verdad es que el déficit español a don Mercado Financiero le importa un bledo. Eso sí, sabe que si vende títulos españoles forzará al Tesoro público a endeudarse más en cada nueva emisión, hasta asfixiar a España. Son, lo dijo el expremier griego Papandreou, "profecías prefabricadas hasta llevar a la quiebra a un Estado".
Miren usted. Las alternativas económicas actuales son las siguientes:
O trabajamos para empresarios y los trabajadores o trabajamos para los rentistas, es decir, para don Mercado.
O trabajamos para los ricos -los rentistas- o para los pobres, los que no tienen rentas sobrantes.
O trabajamos para las empresas o trabajamos para los mercados.
O trabajamos para la propiedad privada y el trabajo privado o trabajamos para prestaciones públicas.
Ya sé que España está al borde de una intervención pero se trata de un rescate injusto e hipócrita que repite la extorsión a Grecia. En estas circunstancias, no sé si lo mejor es pagar o no pagar y ser intervenido. No sé si lo mejor es salir del euro o ser rescatado por Europa.
Ahora vamos con el Gobierno Rajoy: Mariano, príncipe, ¿no podías hacer todos los ajustes de una vez, en lugar de utilizar la técnica de la sangría permanente?
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com