Sr. Director:

Manuel Azaña (que descanse en paz) se equivocó radicalmente. En Roma, en la mañana luminosa del pasado Domingo, la Plaza de San Pedro rebosaba de catolicidad de una multitud, que sólo pretendía seguir el ejemplo de 498 mártires que regaron con su sangre sus convicciones religiosas.

Los peregrinos de toda España hemos vuelto a nuestra Patria con un espíritu "renovado". Sólo con el perdón y con el ‘bien' podremos vencer al ‘mal'.

Así nos lo enseñó Juan Pablo II y lo volvió a repetir a los peregrinos el cardenal de Sevilla en la Basílica de San Pablo. Y ya hoy, día 30, en las Catacumbas de San Calisto, el Señor obispo de Menorca ha oficiado una Eucaristía, en cuya breve homilía, ha dirigido a un grupo de unos 30 menorquines la misma doctrina de Cristo: Perdón y renovación para enfocar nuestro futuro.

Agustín Losada

alosada@icam.es