España no modificará el tratamiento fiscal del fondo de comercio financiero por entender que se ajusta al derecho comunitario y al objetivo de apoyar a las empresas españolas en el exterior. De esta manera contestaba a la Comisión Europea el secretario de Estado de Hacienda, Carlos Ocaña. No hay que cambiarlo, pero sí explicarlo para demostrar que el modelo no es discriminatorio y afecta a todas las compañías por igual.
Ocaña recuerda además que en Europa existen distintos modelos de impuesto de sociedades sin que esto haya sido puesto en cuestión por la Comisión, al entender que se trata de la autonomía fiscal de los estados miembro. Podría entenderse que una tributación como la irlandesa es una ayuda encubierta o que la empresa irlandesa tiene una ventaja competitiva, apunta a modo de argumentario.
Por otra parte, en cuanto al fondo de comercio operativo, Ocaña señala que el objetivo del gobierno es adaptarse a lo dispuesto en las normas internacionales de contabilidad y que el efecto de esta adaptación sea fiscalmente neutro. Se trata por tanto de une reforma de carácter más bien técnico, concluye Ocaña.