Sr. Director:
¿Quieren enseñar ciudadanía los que en cierta forma son anti-ciudadanía? ¿Y van a enseñar esa ciudadanía a los niños?Por ello les propongo que antes se enseñe a los políticos, no sólo en sus actos externos que ya de por sí denotan su mala condición, sino en sus metas, objetivos y afanes, que ahora nos parecen mezquinos y ajenos al verdadero servicio al pueblo.
Si todos los políticos fuesen buenos ciudadanos, estamos seguros de que también lo serían los catedráticos de universidades e institutos, los maestros y profesores de los colegios, los empresarios, directivos y trabajadores, los jueces y abogados, los banqueros, los constructores, los profesionales, comerciantes y negociantes, los editores y periodistas, los directores de las televisiones, los que hacen cine, los que escriben libros y hacen publicidad, y todos los ciudadanos.
¡Y sobre todo los padres y las madres! Y con todo eso los niños serían buenos ciudadanos, puesto que lo aprenderían en sus casas en la calle y en los medios, lo que se les enseñase en los centros sería reforzado por una sociedad que sabría ser ciudadana. Así que, si es verdad eso de que la política es pedagogía, que dejen ciertos políticos la mentira sistemática y empiecen por practicar la mejor pedagogía, la del ejemplo.
Jesús Domingo Martínez
jdmbanyos115@gmail.com