• Soraya Sáenz de Santamaría y Artur Mas coincidieron el pasado miércoles en una cena, pero eso: coincidieron. No construyeron ningún puente.
  • La vicepresidenta resaltó, por aquello de contentar, que "Cataluña es un activo, sobre todo dentro de España".
  • Y el presidente de la Generalitat recurrió a la vía sentimental -no sé si normal después de tanto ataque- como llamadas a la confianza y al afecto.
  • El Rey, que preparaba la tercera vía para solucionar las relaciones Madrid-Barcelona, ya no está.
  • Duran i Lleida, el 'interlocutor favorable' pierde su pulso con CiU: ahora debe defender en Madrid el independentismo en el que no cree y ya ha empezado a hacerlo. En su carta semanal a sus militantes parece dar un ultimátum a Rajoy.
  • El 28º aniversario de Expansión hizo sombra al Foro Puente Aéreo en Barcelona: 300 invitados, la mayoría empresarios, contra 19.

El encuentro, que tuvo lugar el pasado miércoles en Barcelona, entre la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, y el presidente de la Generalitat, Artur Mas (en la imagen), no supuso ningún acercamiento, como algunos han querido ver. La cita se produjo en la celebración del 28º aniversario del periódico Expansión, pero no sirvió para construir puentes entre el Ejecutivo nacional y el catalán, los cuales se encuentran bastante rotos.

Sáenz de Santamaría llegó tarde al evento, pues una tormenta sobre Madrid retrasó el despegue de su avión, pero esto no la hizo amilanarse, sino todo lo contrario. Muy gallarda, la vicepresidenta aprovechó este suceso en su discurso para recalcar que el Gobierno ha sorteado varias tormentas y lo seguirá haciendo con las futuras, "con firmeza, pero también con serenidad y templanza". Resaltó que "Cataluña es un activo, sobre todo dentro de España" y aludió en varias ocasiones a lo positivo que es trabajar y avanzar juntos para llegar mucho más lejos. Además señaló la pluralidad de España como un valor y su unidad como una fortaleza.

Por su parte, Artur Mas se puso sentimental en su discurso, con continuas llamadas a la confianza y al afecto. También reivindicó la 'marca Barcelona' como "la más potente del sur de Europa" y los países pequeños. El político señaló las grandes transformaciones de la economía catalana -internacionalización, reducción del fracaso y el abandono escolar, así como producción científica- y que interpretan el "juntos iremos mejor" a nivel europeo, "nuestro paraguas para tener dimensión es el paraguas europeo", añadió. Es decir, prefiere unirse a Bruselas antes que a Madrid, pero ¿no ha escuchado que la Unión Europea (UE) no admite una Cataluña independiente

A la vista de las posturas de estos dos personajes no hay dudas, no hubo acercamiento, cada uno sigue con sus ideas fijas, continúan erre que erre, la una defendiendo la unidad de España y el otro, la independencia de Cataluña. Pero en este debate hay otro actor importante, el Rey Juan Carlos, que estaba preparando la tercera vía para esta región, pero ya no está, pues abdicó el pasado 2 de junio. Así que habrá que esperar para ver si el nuevo monarca, Felipe VI, sigue con el plan de su padre. 

Esta tercera vía reconocería a Cataluña como nación y le otorgaría un estatus fiscal especial. Pero no sólo eso, también pretende desactivar el referéndum soberanista del 9 de noviembre, aunque el ministro de Exteriores, José Manuel García-Margallo, cree que no se producirá, y encauzar el diálogo entre PP, PSOE y CiU. Precisamente este tercer partido ha tenido que hacer frente en la última semana a un pequeño chaparrón, pues se rumoreó sobre la dimisión de Josep Antoni Duran i Lleida, su sustituto o a la ruptura de CiU. Pero al final todo ha acabado con Duran como perdedor del pulso y ahora deberá defender en Madrid la misma postura independentista que CiU en Cataluña. Ya ha empezado a hacerlo, pues en su carta semanal a sus militantes, parece dar un ultimátum a Mariano Rajoy: "Si el Estado no mueve ficha antes del verano, el choque de trenes no se podrá parar".

Pero la celebración del 28º aniversario de Expansión, si bien no fue decisiva en el debate España-Cataluña, sí lo fue para hacer sombra al foro Puente Aéreo, que se celebró esa misma noche también en Barcelona. Mientras al primer evento acudieron 300 personas, representantes de la élite empresarial y económica, al segundo sólo fueron 19 -entre empresarios, directivos de bancos y algún político, como el diputado de UDC Josep Sánchez Llibre o el expresidente socialista Felipe González-.

Cristina Martín

cristina@hispanidad.com