España debería tener cuidado de no caer en la misma pendiente resbaladiza que ya han caído Estados Unidos y Holanda en materia de eutanasia. Quien hacía esta solemne declaración era Osvaldo Romo Pizarro, presidente de la Asociación Iberoamericana de Derecho Sanitario. Lo hacía en el mercado del XII Congreso de Derecho Sanitario que se celebra en Madrid este jueves y viernes.

No fue el único. Marcos Gómez Sancho, presidente del Colegio de Médicos de las Palmas y creador y director de la unidad de medicina paliativa del Hospital Universitario de Gran Canaria, Dr. Negrín, también apeló a la necesidad de recurrir a los cuidados paliativos más que a la eutanasia, que calificó como ajena a la práctica médica. Éste fue el sentido general de muchas de las ponencias presentadas en las que curiosamente la profesión médica y los juristas ligados a asuntos sanitarios coinciden en diferenciar entre eutanasia e instrucciones previas.

Además, entre los 400 asistentes al congreso, por vez primera se presentó una ponencia libre sobre la experiencia en la atención sanitaria en el postaborto. La conclusión a la que llegan la psicóloga Concepción Hidalgo y el psiquiatra Aquilino Polaino es que la mayoría presentan serias secuelas psicológicas y manifiestan su malestar por no haber recibido otra alternativa cuando se encontraban ante una situación de dificultad. Por su parte, el profesor de la universidad de Castilla la Mancha, Guillermo Díaz Pinto, señaló que la imprecisión de la redacción del artículo 15 de la Constitución relativo al derecho a la vida llevó a una interpretación errónea del Tribunal Constitucional en su conocida sentencia legalizadota del aborto en España.

Toda una esperanza para la causa en defensa del no nacido que los profesionales médicos y juristas sanitarios estén sumamente concienciados de la necesidad de defender la vida desde su origen hasta su muerte natural. Por supuesto, hubo excepciones como el Dr. Enrique Martínez Bueno del Hospital universitario de S. Juan de Alicante que en su ponencia La contracepción del menor: derecho y bioética defendió que no es posible considerar aborto hasta que el embrión se haya implantado en el útero. Antes se consideraría contracepción. ¿Podría tener alguna relación esta manifestación contracorriente con su estrecha vinculación con la Sociedad Española de Contracepción?

Luis Losada Pescador