En todo Occidente, la crisis financiera ha provocado el escándalo de las mayorías, al contemplar cómo sectores de entidades y fondos, que han llevado al agujero a sus entidades y que se llevan indemnizaciones, y pensiones multimillonarias.

Entonces es cuando Miguel Ángel Fernández Ordoñez (MAFO), gobernador del Banco de España, se ha puesto duro, durísimo, y ha emitido una circular donde asegura que los directivos de las entidades intervenidas deberán informar sobre sus remuneraciones.

¡Que dureza!

Vamos a ver: en teoría, según la Ley de Desarrollo Sostenible (LES) las entidades cotizadas ya están obligadas a informar sobre la retribución de sus consejeros. Ojo, a informar, que no a someter a la aprobación de los propietarios sus salarios y demás gabelas (gabelas para las entidades, claro, no para ellos).

Ahora bien, no parece excesiva exigencia para una entidad salvada de la ruina con fondos públicos, ahora propiedad del Estado.

Oiga, el Banco de España no sólo debe ser informado: simplemente debe aprobar o vetar esas remuneraciones de unos directivos cuyo propietario es el Estado, es decir todos los españoles.

Vamos, que el pitorreo va en aumento.

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com