Sr. Director:

Éste agosto ha debido de ser muy divertido para la mayoría de los españoles, o al menos eso espero, y sobre todo para los muy activos miembros del Gobierno español, según todos hemos podido contemplar.

Mientras media España ardía en una terrible pira, consumiéndose miles de árboles, el paro crecía de forma asombrosa de manera nunca vista desde hace veinte años, y la comisión del 11-M sigue enfangada en disertaciones estériles, nuestras flamantes ministras posaban en la revista Vogue, con elegantes ropajes, envueltas en el boato y fasto de una puesta de largo, eso sí algo tardía (¡ellas tan progresistas!), y el presidente Rodríguez Zapatero disertaba con el Rey en Palma, para después empezar septiembre viendo en el cine la última de Amenábar, inspirando suculentas ideas al siempre sabio y sorprendente ministro de Justicia.

Me alegro profundamente de que hayan aprovechado tan bien éstas vacaciones, mientras tantas cosas sucedían en España. Se ve que siguen viviendo, gozando y deleitándose, en su particular "luna de miel" del triunfo electoral. Y yo les pregunto si piensan finalizarla pronto, porque España no está, por lo que veo, de luna de miel ni de viaje de novios.

César Botey

mailto:botey@eresmas.com