- Antonio Beteta (consejero de Economía de Madrid) dice que la modificación de la ley que rige Caja Madrid es para dar mayor peso a la sociedad civil
- Hermenegildo Altozano califica las palabras de Beteta de argumentos inventados y juegos cabalísticos
- Aldo Olcese: Habría que rebajar aún más la presencia de los políticos en los consejos de las cajas
En RNE, el presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, comentaba lo que es, a su juicio, bueno y malo en la financiación autonómica de Extremadura: Que podamos tener suficiencia para la gestión de unos servicios públicos, la salud, la educación, la atención a nuestros mayores, dinero para hacer frente a las necesidades de gente que tiene nombre y apellidos.
El presidente extremeño ha hecho hincapié en defender lo que dice la Constitución: De la madre Constitución nace la financiación autonómica y es ella la que nos reconoce los derechos a vascos, catalanes, valencianos, andaluces, extremeños y gallegos, y es ella la que tiene que garantizar no que nos sintamos cómodos con la financiación, sino que nos sintamos iguales. Es decir, que tengamos capacidad para que los servicios públicos en España se puedan prestar en igualdad de condiciones al conjunto de las comunidades autónomas, y si eso es así, estaré de acuerdo y si nos olvidamos de la Constitución para acordarnos de los estatutos de autonomía, tendré que estar en desacuerdo.
Fernández Vara cree que en la negociación de la financiación autonómica, si nos ponemos a hablar de que hay 5 ó 6 millones más de personas en España a las que hay que atender y que hay comunidades que han tenido más crecimiento que otras, como Cataluña o Madrid, a eso no me puedo negar, es de sentido común, pero si además hablamos de que otras comunidades autónomas tenemos más personas con más de 75 años que por aumentar la esperanza de vida genera un mayor gasto sanitario y de que se han introducido nuevos derechos como la Dependencia o los 0-3 años, seguro que nos ponemos de acuerdo. Ahora, si ponemos el acento en ver de qué manera modificamos un modelo de financiación para hacer lo que algún estatuto dice y sin habernos atrevido a cambiar la Constitución introducimos una nueva vía que establece desigualdades porque introduce conceptos distintos de los que hasta ahora se venían manejando, seguramente habrá más dificultades. Depende de dónde pongamos el acento.
Antonio Beteta (consejero de Economía de Madrid) dice que la modificación de la ley que rige Caja Madrid es para dar mayor peso a la sociedad civil
En Intereconomía, Antonio Beteta, consejero de Economía y Hacienda de la Comunidad de Madrid, se refería al golpe de mano de la presidenta de la Comunidad, Esperanza Aguirre, que ha lanzado una modificación normativa que restará poder al Ayuntamiento de Madrid en los órganos de gobierno de Caja Madrid: En absoluto ha sido un golpe de mano. Lo que se ha hecho es una adecuación a la legislación que se está haciendo en otras comunidades autónomas. Las enmiendas que ha presentado el Grupo popular tienen una justificación donde se puede leer que, por ejemplo, en Cataluña, en La Caixa, el límite del ayuntamiento de Barcelona está en el 20% de la representación municipal, en Castilla-León está también en el entorno del 20% y también en La Rioja y Andalucía. Es decir, es una técnica normal y lo que ha hecho el Grupo popular es adecuar la limitación a lo que tienen las comunidades autónomas en general. Lo de Madrid se había quedado obsoleto. Es evidente que Madrid no supone el 70% del peso en el conjunto de la comunidad y que había que dar entrada a muchos más municipios para fortalecer la caja de ahorros en el conjunto de la región.
Beteta también ha negado que sea una pelea de poder entre la presidenta, Aguirre, y el alcalde, Gallardón: En absoluto, esto forma parte de los ritornellos políticos de Madrid, pero de verdad que no, sino que se trata de una auténtica modernización de la ley de cajas cuyo objetivo es incrementar el peso de la sociedad civil y reducir el peso de los políticos en el órgano de control de Caja Madrid.
Beteta también ha comentado la reunión de ayer entre el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y la presidenta de Madrid, Esperanza Aguirre, para hablar de financiación autonómica y de la cual, la presidenta salió satisfecha porque consiguió más financiación para Madrid: Madrid apoya el borrador (del nuevo modelo de financiación). El presidente quedó comprometido a que fuera un sistema que se aplicara por igual a las quince comunidades de régimen común; en segundo lugar, que lo íbamos a negociar multilateralmente, en el Consejo de Política Fiscal y Financiera todos los consejeros a la vez; en tercer lugar, que se lo explicaría a todos los presidentes autonómicos; y en cuarto lugar, que sería un sistema solidario que tendría en cuenta las necesidades de convergencia que en términos de servicios públicos todavía existen en España. Y añadía: Esto es satisfactorio en tanto en cuanto somos españoles y creemos en la igualdad de derechos y obligaciones de todos los ciudadanos. Y en cuanto que madrileños, como se les garantiza que se tendrá en cuenta el incremento de la población actual y futuro, esta música nos ha gustado mucho, ahora bien, falta la partitura, hay que ver el texto, que nos lo tienen que remitir antes de fin de año. Ese texto lo estudiaremos y habrá una reunión del Consejo de Política Fiscal y Financiera a finales del mes de enero donde con el texto y los números en la mano daremos nuestro sí o nuestro no.
Aldo Olcese: Habría que rebajar aún más la presencia de los políticos en los consejos de las cajas
En la tertulia de Intereconomía, el presidente del Instituto de Analistas Financieros y de la Real Academia de Economía, Aldo Olcese, opinaba sobre la entrevista a Beteta: Me ha parecido razonable lo que ha dicho el consejero respecto de los argumentos que ha empleado para este cambio normativo. Pero yo niego la mayor. Creo que habría que rebajar aún más la presencia de los políticos en los consejos de las cajas y que habría que hacer una reforma en profundidad del gobierno corporativo de las cajas de ahorros. Son un sector lo suficientemente importante de la economía española como para que tenga que ser algo más plural. Manteniendo el actual esquema de que las cajas tengan un modelo de negocios en el que pueden invertir en la industria y en que los bancos no pueden comprar cajas y las cajas sí pueden comprar bancos, habría que ser más exigentes con el gobierno corporativo.
Hermenegildo Altozano califica las palabras de Beteta de argumentos inventados y juegos cabalísticos
El también tertuliano de Intereconomía y socio del bufete Dovels, Hermenegildo Altozano, recordaba la famosa frase no es que el poder corrompa sino el miedo a perderlo. Me sorprende que a estas alturas todavía haya gente que se crea sus propios argumentos inventados. Decir que se aumenta la presencia de la sociedad civil por la vía de reducir el 70% de la presencia de un ayuntamiento para aumentar la presencia de otros ayuntamientos son juegos cabalísticos. Si tuviéramos un modelo de estado federal, las cosas estarían mucho más claras y tendríamos un sistema de financiación mucho más racional. Visto lo visto, sería tener un estado federal fuerte que se reservara las competencias como tiene el gobierno federal en EEUU, y tener las comunidades autónomas funcionando de verdad como estados pero no yendo luego en ese llanto jeremíaco a ver qué más consiguen sacar de los demás.
Pedro Calvo entiende que la modernización de las cajas es despolitizar la función y la labor de estas entidades
Para el también tertuliano de Intereconomía, Pedro Calvo, coordinador de Bolsa e Inversión del diario El Economista, para casar las palabras, como ha hecho el señor Beteta, modernización y cajas de ahorros, se podría ir un poco más allá. Si todos pensamos en modernización y cajas de ahorros, seguramente convendremos en que se puede ir más lejos y se puede ir por otro camino que sobre todo despolitice la función y la labor de estas entidades. En las cajas de ahorros está claro que el mercado no es el que manda y no por eso han estado a salvo de entrar en ciertos avatares que ahora mismo tensionen su actividad o que están en sus balances. En ese sentido, hay que medir muy bien qué se entiende por modernización y cajas de ahorros y que se puede ir más lejos en ese terreno, buscando lo que nos interesa a todos, que es una eficiencia verdadera del sistema financiero y para eso que se pueden hacer cosas está muy claro pero a lo mejor deben ir por otro camino que no sea una lucha intestina de si manda más la comunidad o un ayuntamiento concreto.
Arribas (presidente de la Federación de Cajas de Castilla-León) dice que las seis cajas se fusionarán si ellas lo quieren y niega presiones políticas
En Intereconomía, José María Arribas, presidente de Caja Burgos y de la Federación de Cajas de Ahorro de Castilla-León, que agrupa a Caja Duero, Caja España, Caja Burgos, Caja Segovia, Caja Ávila y Caja Círculo, se refería al protocolo de integración de las cajas, que estos días se negocia y debate partiendo de los documentos elaborados por técnicos y abogados: Los consejos de administración son autónomos y tienen toda la autoridad y toda la responsabilidad para decidir. Se trata de que una vez que se conoce el modelo, los consejos de administración de las 6 cajas autoricen el que se siga con el contrato y se siga profundizando en las consecuencias y la forma de poner en marcha un sistema de cooperación financiera y de protección de liquidez y solvencia al que llamamos ya Grupo Contractual Paritario.
Arribas destacaba que en este momento, las cajas de ahorro tienen dos problemas importantes: la captación de pasivo de los mercados internacionales y la fuerte implicación con el sector de la construcción y de la vivienda, por lo que la solución progresiva de estos problemas es vital para la competitividad y la viabilidad de las entidades. Arribas cree que el proceso de reforma de las cajas dependerá de la marcha del proceso y de la voluntad de las cajas en preservar su identidad, su independencia y su vinculación con el territorio: La cercanía al cliente, la implicación en el desarrollo provincial y la proximidad con los proyectos de desarrollo institucionales de las propias provincias son connotaciones de las cajas que no quieren perder. Yo entiendo que no es necesario perder estas distinciones para estar dentro de un grupo de cajas que puedan mejorar la solvencia y la liquidez.
El presidente de las cajas de Castilla León daba su opinión sobre si este proceso es un proceso de fusión disimulado de las cajas de Castilla-León por razones políticas: Lo que pasa es que quien nos lo ha propuesto son la comunidad autónoma, el gobierno y los partidos políticos mayoritarios, pero entiendo que son los consejos de administración de las diferentes cajas quienes al final tienen que dar su aprobación y finalmente, las asambleas las que tienen que decidir si entran en este sistema o no entran. Es verdad que hay ciertas reticencias sociales a esta integración, pero el grado de integración lo tiene que determinar las propias cajas. Me interesa mucho señalar que una vez terminado el trabajo del gabinete Uría y de los técnicos de este proceso, son los responsables y profesionales de las cajas los que tienen que coger la responsabilidad de este momento y los que tienen que explicar a los diferentes órganos de gobierno de las cajas las implicaciones, el ritmo y hasta dónde quieren llegar en esta integración.
Hay que recordar que, por ejemplo, la Confederación de Asociaciones Empresariales de Burgos (FAE) rechazó el modelo de agrupación para las cajas de Castilla y León porque supone una fusión funcional y la pérdida de la autonomía de estas entidades.
José Ángel Gutiérrez