El PP catalán camina inexorablemente hacia una identificación con el nacionalismo atmosférico catalán. No sólo no condena la presencia de Otegui en el Parlament y apoya veladamente la reforma del Estatut impulsada por Maragall. Es que, además, defiende la mención de Cataluña como una "nacionalidad" en la Constitución Española.
"El término nacionalidad es una buena solución para hacer compatible los sentimientos de los catalanes, para que todos nos podamos sentir cómodos", señala el popular Francesc Vendrell. El discurso de Vendrell está en línea con la "catalanización" del discurso de Piqué, pero resulta claramente contradictorio con el mensaje reiterado desde Madrid.
No conviene olvidar que Piqué es mantenido desde Madrid, sin cuyos apoyos perdería el liderazgo. Sorprende también que la deriva nacionalista del PP catalán no sea contestada desde los órganos centrales de Génova. Quizás porque se quiera reconvertir el PP catalán al modelo UPN. Sólo que Cataluña no es Navarra. En Cataluña hay secesionistas radicales. En Navarra hay regionalistas moderados.
Mientras tanto, según una encuesta publicada hoy lunes 14 en La Vanguardia, el 46% de los catalanes consideran que Cataluña no es una nacionalidad, frente a un 28% que opina lo contrario. En cuanto a los españoles que rechazan la consideración de Cataluña como nación, el porcentaje se eleva hasta el 77%.