En el tradicional estilo de la Casa: ha adquirido un banco rentable pero pequeño, muy parecido a sí mismo.
El presidente del Grupo Banco Popular prefiere continuar alejado de los grandes. Cabría hablar incluso de excesiva capitalización del Grupo, que continúa blindado frente a agresiones externas, con un Consejo que controla la tercera parte del capital. Por decirlo de otro modo: mientras, el cuarto, el Sabadell, seguirá con su política de absorciones aceleradas, mientras Botín continúa soñando con comerse el BBVA y vender Banesto –o al revés-, el Popular a lo suyo. Lo suyo es comprar bancos pequeños, rentables, sin mora, domésticos, clónicos de sí mismo, minimizando riesgos… para aplicar su `propio estilo y seguir creciendo. Las variables las tienen en el propio comunicado de la entidad, y toda la filosofía en la presentación a analistas realizada por Roberto Higuera, responsable técnico del Popular.
Pero, eso sí, sigue sin dar el salto. Con un Consejo inabordable, que controla una tercera parte del capital, con los mejores socios (Allianz, entre ellos), casi con excesiva capitalización, y con una solvencia a prueba de bomba, el Popular de Ángel Ron se dispone a hacer banca doméstica en Florida, con un banco tan pequeño que posee una gran capacidad de crecimiento. El gran salto, tendrá que esperar.