Es verdad que los resultados de Bankinter y sobre todo, del Popular, del ejercicio 2009 son mejores que los del BBVA, pero tampoco hay tanta diferencia.

El banco que aún conserva su sede en Bilbao continúa presentando unos cocientes de rentabilidad más sólidos que los de su competidor (o, al menos, esa era la tónica hasta el cuarto trimestre del pasado año) pero esos mismos cocientes se han derrumbado en 2009, el peor ejercicio de toda la primera década del siglo, y recordemos que, más-menos, es el periodo que FG lleva al frente de la entidad. 

La prueba del desastroso ejercicio 2009 es que el mercado no le reconoce sus esfuerzos. A él, que es hombre de bolsa. Así, en la mañana del miércoles, la Bolsa de Madrid recibió los resultados presentados por Francisco González (FG) con una sonora bofetada: la cotización del banco cayó casi el triple que el Ibex 35. Desde que FG se libró de Emilio Ybarra con un truco un poco sucio, y va para ocho años, el BBVA superaba en capitalización al Santander. Hoy el banco con sede en Bilbao vale en Bolsa 42.500 millones de euros mientras el Santander supera los 85.000. En otras palabras, vale el doble.

Ojo, que personalmente no quisiera ser accionista del BBVA antes que del Santander, especialista en rebañar dinero del mercado que luego paga con unos descuentos curiosos. Pero es lo mismo: el Santander continúa creciendo, según la estrategia de la bicicleta de Emilio Botín: no puedo parar porque, si paro, me caigo.

Ahora bien, nadie podría negarle al BBVA un semblante mucho más risueño si hablamos de banca doméstica. Ese es su fuerte. Curiosamente, un Emilio Botín que mamó en su familia banca doméstica se ha convertido en un gran tiburón internacional (en ese apartado, todo hay que decirlo, lo ha hecho muy bien, ahora es el octavo banco del mundo y sigue creciendo) mientras un FG, de profesión corredor de bolsa, que ha hecho su fortuna personal especulando desde una sociedad de valores, ha bendecido la banca prudente, minorista... y ha fracasado cuando ha salido al exterior.

¿Qué significa esto? Pues que para el BBVA la red de sucursales, tanto en España como en México, es fundamental. Ese es el problema. Cuando FG cesa a Goirigolzarri, sin duda el número uno de la banca doméstica en España, en lugar de aupar a sus colaboradores más cercanos, un José Barreiro, un Juan Asúa, etc., se decide por un hombre sin experiencia de negocio, como Ángel Cano. Con ello consigue encabronar a los primeros espadas y a toda la plantilla, que no en vano Cano es una persona directamente relacionada con la reducción de empleados y con la externalización de servicios.

Y lo mismo que ocurre con la red de sucursales ocurre con el mercado. Que no se fía de Cano y sabe que su presidente tampoco sabe llevar una red de sucursales. Pero FG prefiere perder músculo y ganar en lealtad perruna.

Por eso, el BBVA baja en bolsa.

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com