• Se repite la escena de aquel chiste en el que varios fulanos piden la renuncia de la ex ministra y ella contesta desde dentro: "¡Machistas!".
  • Los "machistas" ahora son Rajoy y Guindos porque su decisión "no tiene absolutamente nada que ver" con estar imputada en el 'caso de los ERE'.
  • Se trata también, explica, de una cuestión patriótica porque quiere librar a España "de un ridículo".
  • Magdalena Álvarez se adelanta así al debate sobre su destitución en el seno del BEI, previsto para el 22 de julio.

¿Recuerdan aquella viñeta aparecida en prensa, en la que varios fulanos piden la dimisión de Álvarez, delante de la sede del BEI y a gritos, mientras se oye exclamar desde dentro, se supone que a Maleni: "¡Machistas!" La estampa se repite, más o menos, en las razones profundas de la dimisión de la insigne ex ministra de Fomento, aunque los culpables ahora son Rajoy y Guindos. Magdalena Álvarez (en la imagen) ha renunciado a su cargo de vicepresidenta de Banco Europeo de Inversiones (BEI), no por su imputación en el 'caso de los ERE' de Andalucía, sino por escapar de la guerra de guerrillas en la que está inmerso el PP y para evitar a España "un ridículo". O sea, por una cuestión patriótica y para detener una feroz campaña de ataques.

Ha escogido para anunciarlo una cadena amiga, la SER, la que menos problemas podía plantearle para explicar las razones (perdón, quiero decir, sus razones). Y eso del patriotismo debe ser muy importante porque ha sido el mismo argumento que ha utilizado Hacienda, a través de Miguel Ferre, para respetar su decisión: "Lo que ocurra en esa institución y la imagen que España da ante este tipo de instituciones es muy importante cuidarla".

La ex ministra andaluza Magdalena Álvarez ha asegurado, mire usted, que su renuncia "no tiene absolutamente nada que ver" con su situación de imputada. Ahí ha estado brillante para justificar que no tiene nada que ver con el mal uso de fondos públicos en el 'caso de los ERE': "Tengo las mismas posibilidades de meter esa partida en el Presupuesto que de matar a Kennedy".

Las profundas razones. "He dimitido -ha explicado doña Magdalena- porque todo tiene un límite y la maniobra la manipulación y el acoso del PP hace mella en mí, en el BEI y en España". Y claro como el agua, también, es que Rajoy y Guindos "quieren poner a otro en su puesto", aunque ella tiene "derecho". O sea, que sigue pensando lo mismo que cuando pujó por ese cargo nada más y nada menos que con Elena Salgado, la vicepresidenta económica de Zapatero. Un sueldo así merecía la pena: 23.000 euros al mes.

Álvarez se ha adelantado así al consejo del BEI del 22 de julio, en el que estaba previsto debatir y votar, a petición de España y Portugal, su destitución por los riesgos de reputación para el banco derivados de su imputación definitiva. Pero eso no les importa: sabe que hubiera sido difícil que le cesaran, porque hacen falta dos tercios de los votos, pero no quería someter a España "a ese ridículo".

Es verdad que el Gobierno -y desde mayo, sobre todo, el ministro de Economía, Luis de Guindos- ha recurrido al argumento de la "responsabilidad" para que abandonara el cargo, aunque para Maleni el PP ha querido involucrar a todos los países europeos en "una cuestión interna" que prueba una "ambición política desmedida".

Vamos, que para Álvarez no hay más culpable que la compaña orquestada por el PP porque su situación procesal es la misma desde julio de 2013 y la Audiencia Provincial confirmó su imputación hace un mes.

A pesar de los pesares, el presidente del BEI, Werner Hoyer, ha respetado la dimisión y le ha agradecido su labor en los últimos cuatro años, en particular para ayudar a España y a Portugal a hacer frente a la crisis y espera que el 'caso de los ERE' se salde con un "resultado positivo" para Maleni.

Mariano Tomás

mariano@hispanidad.com