La banca se empeña en asegurar su voluntad de seguir dando créditos, mientras las PYMES se quejan de que es imposible obtener financiación. Los dos dicen la verdad, pero ¿cómo se comen ambas afirmaciones?
Es cierto que las entidades están deseando prestar dinero, pero no quieren arriesgarse a aumentar su morosidad. Entre una gran empresa y el comercio de la esquina hay una gran diferencia, pero, encima, las grandes empresas recurren cada vez más a la financiación fuera del circuito bancario.
Así, en una encuesta realizada por el INE se muestre que durante el 2010 un 38% de las pymes tuvieron necesidades de financiación. En un 25,2% de los casos, el crédito fue denegado mientras que un 24,2% accedieron a parte de la financiación solicitada; en el 50,6% de los casos, sí obtuvieron la financiación necesaria.
Los datos contrastan con los anteriores a la crisis. En 2007 se concedía el 80,3% de los créditos solicitados mientras que se denegaba el 9,8% y en el 10% se accedía a parte de la financiación solicitada. Es decir, los créditos denegados han crecido un 257% en apenas 3 años.
Mariano Tomás
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