- No sólo evaluarán el crédito promotor sino el conjunto de la cartera crediticia.
- Y encima tardarán tres meses, una eternidad, dada la histeria de los mercados financieros.
- Con ello, se acentúa el desprestigio de la banca española y la mala imagen se convierte en realidad.
- Si cualquier otro país europeo hiciera lo mismo, se demostraría que la banca española, con sus dificultades por el ladrillo, es la mejor de Europa.
- Y además, el desprestigio del Banco de España toca fondo.
El Gobierno Rajoy -viernes 11-, aseguró que dos entidades privadas independientes analizarían la solvencia de la banca española. Se ha publicado que serían Blackrock y Oliver Wyman, aunque se supone que la decisión no es definitiva. El Ejecutivo trataba de ofrecer un juez objetivo, privado y externo, que resulte creíble para los mercados sobre cuál es el verdadero estado de la banca española.
Pues bien, el efecto ha sido desolador. En primer lugar, ha terminado con el prestigio del Banco de España, a quien el gobernador MAFO ha llevado al descrédito más absoluto. Se supone que son los inspectores del supervisor quienes deberían hacer ese trabajo. Además, Blackrock puede ser la mayor gestora de fondos del mundo pero tardará no menos de tres meses en hacer su tarea. Una eternidad dada la actual histeria de los mercados financieros.
No sólo eso: la banca española era mucho mejor que la europea, sólo que no fue ayudada por el sector público como en Reino Unido, Alemania, Holanda o Suiza (o EEUU, que no es Europa). Lo que ocurre es que dejó enquistar su problema con la promoción inmobiliaria.
Es más, ahora los dos evaluadores no sólo decidirán cuál es el riesgo de esa cartera, sino de todas las hipotecas y de toda la cartera crediticia global de Bankia. Si se le sometiera la banca europea a ese examen ahora mismo descubrirían que, aún hoy, la banca española le aventaja.
Lo que parecía una medida de trasparencia se puede convertir en un cadalso que, además, acabe con una banca sobreprovisionada... que todavía endurezca más la concesión de créditos.
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com