El Ministerio de Ciencia y tecnología está abandonado, la competencia de universidades transferida, la ministra desmotivada y el presupuesto diezmado. Todo parece apuntar a que el Gobierno ha tirado la toalla en el ansiado nuevo modelo de crecimiento económico. Por eso el recorte en el I D. De la Vega reconoce a Hispanidad que los 7.946 millones de euros del 2010 serán menos que los del 2009. Pero empieza a poner paños calientes: hemos multiplicado por tres en los últimos cinco años, el recorte será inferior al ajuste de austeridad conjunto, afectará exclusivamente a los gastos corrientes y a las inversiones no urgentes y la continuidad de los proyectos está garantizada.
Incluso llega a plantear que si sumamos a esos fondos de I D los de los organismos autónomos, el fondo de inversión local que irá destinado a inversiones de I D y el fondo de Economía Sostenible, el resultado final sería de crecimiento.
No cuela. El mundo científico está que se sube por las paredes y amenaza con huelga. La respuesta de De la Vega es que los funcionarios son inmunes a los recortes y que el personal laboral está sujeto a proyectos plurianuales que mantienen su vigencia. De momento. En todo caso, el problema no es el sueldo ni el salario, sino el presupuesto para la investigación. Por eso Mariano Barbacid ha terminado tirando la toalla.