Dentro del paquete de lucha contra la deslocalización industrial, el ministro del ramo, Josep Montilla, ya anunció su intención de promover centros de desarrollo empresarial en China, Brasil e India. Es decir, la labor del Gobierno consiste más bien en dar cobertura jurídica y comercial a las empresas que quieran reinstalarse en los BRICs. Los textiles, ya saben, deben de reconvertirse a distribuidores. Y para trabajar, los chinos.
Pero, por si acaso las cuotas de importación dificultan el negocio, hay que diversificar geográficamente en países ausentes de protección social. Es el caso de Vietnam, país con el que el Gobierno ha firmado un acuerdo de promoción y protección recíproca, que consiste básicamente en que las empresas españolas tengan garantías jurídicas suficientes para deslocalizar al país asiático su actual producción nacional. Se prohíbe la nacionalización o expropiación de las inversiones en cualquiera de los países en el territorio del otro, salvo por causas de interés público o interés social, con las debidas garantías legales.