Es conocido que la vicepresidenta del gobierno, Mª Teresa Fernández de la Vega no ha tenido su correspondiente training económico. Ni dos tardes, ni tampoco una. Así que no lo pasa nada bien cuando se plantean cuestiones económicas. Este jueves le preguntaban en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros y la subida de tipos adelantada por los analistas podría afectar y en qué manera a las economías domésticas. Los tipos los fija el BCE, pero no hagamos alarmismo, responde De la Vega. Nos se llama alarmismo, sino prospección, predicción, una actividad muy humana, por cierto. Posteriormente, De la Vega manifiesta su esperanza en que esa subida de tipos prevista repercuta lo menos posible en las economías de las familias.
Una declaración fácil, porque nadie espera lo peor para las economías familiares. ¿Pero que pronóstico tiene el gobierno? No sabe, no responde. La estrategia es la misma que la seguida en relación al proceso de negociación con ETA: Me gustaría pensar que ETA abandonará las armas. Ya, pero ¿qué dicen los informes de verificación de Interior En cuanto tengamos la información, no duden en que se la facilitaremos. O sea, nada, esperanza vana y poca información. Unos cracks de la manipulación y el buenismo.