El cinismo empieza a apoderarse del Gobierno Zapatero. La respuesta de la vicepresidencia primera del Gobierno, Teresa Fernández de la Vega, a Ángel Acebes, acerca del cambio político del PSOE respeto al pueblo saharaui, es titulada así por Moncloa: Fernández de la Vega reafirma el compromiso del Gobierno con el pueblo saharaui en el marco de la legalidad internacional. Sin despeinarse.
Lo cierto es que, en su obsesión por acercarse al Régimen de Rabat, Zapatero ha abandonado la causa del Frente Polisario, uno de los tópicos sagrados del Felipismo desde su victoria electoral de 1982. Lo cierto es que la presión española ha servido, a lo largo de casi 30 años, para que el Régimen marroquí (ya con Hasan II) se viera obligado a negociar el llamado Plan Baker, es decir, el derecho internacional canalizado a través de Naciones Unidas. Ahora, ni a Washington le interesan los polisarios, toda vez que ha cambiado de aliado en el Mediterráne Marruecos ha sustituido a España como pieza de confianza en el Estrecho.
En estas circunstancias, afirmar que el compromiso del Gobierno con el pueblo saharaui no ha cambiado es obligarnos a comulgar con ruedas de molino marroquíes.