La creciente necesidad de realizar procedimientos invasivos en el útero (por ejemplo, amniocentesis) y el intenso debate sobre la reforma de la ley del aborto en muchos países occidentales, han llevado a los profesionales de la salud a preguntarse: ¿el feto siente dolor
Cada día resulta más evidente que en el segundo trimestre de gestación (desde la 24ª semana, y muy posiblemente desde la 16ª) el feto reacciona a estímulos estresantes, que si no se palian pueden causar daños a corto, mediano y largo plazo, sobre todo cerebrales.
Afirmar con certeza que en las etapas precoces de la vida humana no está presente la percepción dolorosa, significa desconocer importantes evidencias clínicas y científicas. Además, en caso de duda razonable es preferible aliviar el estrés y el dolor con el empleo de la analgesia, que exponer al feto a serias lesiones en el futuro.
Como escribió Chesterton, "las espadas serán desenvainadas para demostrar que las hojas son verdes en el verano". No nos ha de sorprender, por tanto, que algunos quieran rebatir hasta la evidencia más evidente: que el feto siente dolor y que, en consecuencia, se han de poner todos los medios para evitarlo o, en su caso, aliviarlo. Pero no, algunas no solo no consideran su dolor y por tanto no se debe aliviar, sino que se procuran matar, pues ese feto, a todas luces un hombre, es considerado como una enfermedad de la madre. Lo que hay que ver y oír.
Jesús Domingo