El Dr. Mota podría haber falsificado el informe médico del hijo de la paciente
Ya hemos informado en estas pantallas sobre la verdad en relación al juicio que se sigue sobre el aborto ilegal en Punta Europa. Vaya por delante que en Hispanidad.com defendemos todo aborto como ilegítimo, aunque sea legal. Siempre, en todo caso, se trata de la extirpación de una vida inocente. Pero queremos aclarar que en este caso, aún siendo un aborto ilegítimo, probablemente se trató de un aborto legal.
Recordamos que a la paciente se le diagnosticó hidros fetal, una grave patología de pronóstico incierto, tal y como señala la Dra. Katherine M. Krings en la revista de Ginecología y Obstetricia de la Universidad de Valencia: "Incluye derrame pleural, derrame pericárdico o aseitis abdominal". Suficiente diagnóstico para que la madre se agobie. A pesar de ello, compartimos que lo más adecuado es la recomendación del Dr. Esteban Rodríguez, imputado en la causa, que recomendó a la paciente seguir adelante y no tomar ella la decisión de acabar con la vida de su hijo.
Pero las ecografías practicadas no dejaban lugar a dudas y la mujer optó por el aborto en contra del criterio del Dr. Rodríguez. Posteriormente, el Dr. Mota, presuntamente se dirigió a la paciente para informarla que su hijo no tenía ninguna malformación y que la habían engañado. Curioso, porque el Dr. Mota es abiertamente abortista. Más parece que quisiera llevar en este tema una polémica profesional personal, absolutamente ajena al caso, ya que -como hemos informado- el Dr. Mota no acepta la autoridad de su jefe.
Pero lo más interesante es que de manera milagrosa, sin que nadie se responsabilice de ello, aparece en el juzgado un informe médico del hijo de la paciente. El informe está literalmente sesgado y se afirma la inexistencia de malformaciones externas o internas. Nada que ver con el verdadero informe, al que ha tenido acceso Hispanidad en el que se detallan el tremendo diagnóstico clínico.
La conclusión es obvia: alguien quiso manipular el informe para que el juez dictaminase que efectivamente había habido un aborto ilegal. Y como se pueden imaginar nuestros lectores, nada nos habría alegrado más que se hubiera juzgado por aborto ilegal. Por fin. Pero fue legal, el diagnóstico es claro y la ciencia apunta claramente los riesgos de este tipo de embarazos. Dicho esto, insistimos, estamos a favor de la vida en todos los casos. También en estos en los que la viabilidad es más bien discutida. Porque la viabilidad la debe marcar Dios -o la naturaleza si no son creyentes- no el hombre de manera voluntaria. Y dolorosa.