Los nacionalistas quieren hacer un circuito de velocidad en la zona de la base En diciembre de 2008, el Gobierno tomó la decisión de reordenar las plantillas del ejército para adecuarlas a las necesidades de recursos humanos. Como consecuencia de esta decisión de Defensa, cerca de 400 militares tendrán que abandonar el País Vasco, el gran objetivo del nacionalismo. Pues bien, según una Orden de Defensa, la salida se tendrá que realizar en el segundo semestre del 2009 con fecha tope 31 de diciembre.
Es la historia del exterminio de las unidades militares de Alava, según señalan fuentes de la propia base. El ambiente es de desilusión y de frustración, porque el pasado mes de octubre, el JEME se comprometió en público a mantener la dotación del Ejército en el País Vasco e incluso a incrementar la plantilla. ¿Y ahora? Ahora se disculpa y explica que no ha podido resistir a las presiones de Defensa. Es como si te dicen que te van a dar un buen coche y te dan un patinete.
Es verdad que podrán reubicarse en Loyola (San Sebastián) o Munguia (Bilbao), pero siempre que haya disponibilidad de plazas. Y no hay muchas. Ni tampoco son destinos muy atractivos. Tampoco podrán reubicarse todos en Burgos. Por lo mismo: en función de la disponibilidad de plazas.
Los nacionalistas, encantados. Quieren hacer en la base un circuito de velocidad. De momento ya hay pegatinas en las que piden hacer un Jarama en Álava y ampliar el parque tecnológico que está detrás de la base. Pero lo importante es que salga el Ejército del País Vasco. Basta con recordar lo que decía Arzalluz: La frontera en el Ebro, y el Ejército más allá del Ebro.