El derecho de conocer la lengua es un derecho que en terminología jurídica se denomina impropio, es decir, sin aplicación jurídica concreta. De esta manera respondía la vicepresidenta De la Vega a la pregunta de Hispanidad sobre la eventual constitucionalidad del deber de conocer el catalán. También habla la Constitución sobre el deber de hablar castellano o sobre el derecho de todos a un trabajo, añade.
Vamos, que se trata algo así como de un desideratum, en opinión de De la Vega. Sin embargo, conviene recordar que el deber de conocer el catalán fue presentado como enmienda en las cortes constituyentes por los catalanistas de CiU y que entonces fue rechazada por unanimidad. Pero hoy los tiempos han cambiado y las leyes se pueden interpretar de manera flexible.
Por otra parte, De la Vega ha vuelto a reiterar el criterio manifestado este lunes por el presidente Zapatero : No existe novedad alguna en relación a lo que ya está regulado actualmente. Los principios son: la cooficialidad de las lenguas y la no discriminación por razón de la lengua. No parece que la investigación de los expedientes sanitarios de la sanidad catalana vayan en la línea de la no discriminación ni del respeto mutuo.
Por último, la portavoz del Gobierno se ha mostrado optimista sobre el proceso de negociación sobre el Estatut y considera que lo que se está viviendo no es más que la normalidad democrática frente a quienes plantean discursos rayanos en lo apocalíptico, en clara referencia al PP. De la Vega basa su optimismo en la intensidad y la generosidad de las negociaciones. La anécdota se produjo al formularse la pregunta: Ah, ya pensaba que nadie me iba a preguntar por el Estatut está semana, apunta irónica De la Vega. Y es que la vicepresidenta considera que los periodistas estamos obsesionados con el Estatut habiendo temas informativamente interesantes como el Estatuto del emigrante español o la regulación del lenguaje de signos. Temas apasionantes, como ven.