Este vistoso relato de corte fantástico es la película más nominada a los Oscar de este año, 13 en total,  y uno de los proyectos cinematográficos que más han tardado en ver la luz. Porque ya a finales de los años 80, el productor Ray Stark (que había adquirido los derechos) ofreció a un entonces desconocido joven llamado David Fincher llevar a la pantalla grande esta singular narración. Veinte años más tarde ha sido posible gracias a los avances en el campo de los efectos visuales.

  El curioso caso de Benjamin Button tiene como protagonista a un hombre que cuenta con una peculiaridad: ha nacido con los achaques propios de un anciano de 80 años y, a medida que el tiempo avanza, va haciéndose más joven. Es decir; plantea la complejidad de ir al revés que el resto de los seres humanos Durante esta larga vida de Button asistimos a los cambios experimentados en la sociedad durante el siglo XX

     Dos horas cuarenta y seis minutos dura el metraje de este drama que, a pesar de su evidente calidad, cuenta con altibajos narrativos y alguna subtrama morbosa (la iniciación sexual en el prostítulo)Evidentemente ahonda en la fragilidad humana y  en la sensación de indefensión que experimental Button  por su extraña naturaleza.Consciente de su rareza no quiere aferrarse a nada ni a nadie porque  su existencia va contracorriente hasta que encuentra el amor de su vida y sufre al comprobar sus diferentes tiempos vitales Y es que este largometraje, inspirado libremente en un relato corto de Scott Fitzerald, cuenta una historia de amor tan imposible como maravillosa al mismo tiempo que es toda una reflexión sobre el sentido de la existencia y la importancia de aprovechar al máximo nuestro tiempo en la tierra (sea cual sea).

    Con un trabajo excepcional en la parcela de maquillaje. El curioso caso de Benjamin Button está bien fotografiada,  mejor interpretada pero,  quizás, lo que se echa en falta es una carga de mayor profundidad en el personaje principal, encarnado por un Brad Pitt que, a pesar de ello,  convence

 

Para: Los adultos aficionados a relatos fantásticos