Tras su marcha a la Fiscalía Anticorrupción, Launa Oriol no dejó el "caso Saenz" por el que se investiga al anterior equipo gestor de Banesto por un presunto delito fiscal relacionado con unas acciones del Español de Crédito que Botín (nuevo dueño) entregó al equipo gestor en contraprestación al "buen hacer". Los abogados de la acusación consideran que la fiscal ha tenido un comportamiento impecable y muy profesional en el caso y esperan que su regreso a la Fiscalía de Delitos Económicos no suponga dejar de conocer el caso. "No creo que se dejara", señalan.
Por otra parte, el caso fue sorprendentemente sobreseído en el juzgado de Móstoles hasta que la Audiencia Provincial de Madrid decidió el pasado 28 de julio revocar el auto del juez de Móstoles obligándole a seguir con la causa.