La promoción de las bebidas etílicas es uno de los temas de la legislación publicitaria más debatidos y que suscitan más polémica.

 

Cierto es que las prohibiciones publicitarias son justificadas por el legislador en orden a la protección de la salud y la seguridad de las personas, evitando el consumo indiscriminado.

El alcohol causó 12.000 muertes, el pasado año. El abuso del alcohol crea más problemas de salud que las drogas. El Gobierno ha destinado más de 22 millones de euros a las distintas comunidades autonómicas para programas contra la droga, en el que se incluye, con un énfasis especial, el alcohol.

Por otra parte la Fundación de Ayuda a las Taxicomanías de la Cruz Roja afirma que un tercio de los jóvenes gasta el 90 por ciento de su dinero en bebidas alcohólicas por lo que el consumo de los néctares etílicos es la primera causa de muerte entre la juventud, ya que el 60 por ciento de los accidentes de tráfico mortales, durante la noche del fin de semana, son provocados por el consumo de alcohol.

Se han lanzado varias campañas publicitarias contra el consumo del alcohol bajo los eslóganes: El alcohol llena vacíos, Habla con tus hijos, la información es prevención. Y también bebe con moderación, es tu responsabilidad y disfruta de un consumo responsable. Con estas acciones se ha intentado vigorizar las conductas y sugerir la exigencia individual en la dilapidación de bebidas alcohólicas.

De los países de la Unión Europea, Irlanda es el terruño con mayor número de consumidores inmoderados y Bulgaria el del menor número.    

Por otra parte, el alcoholismo afecta más a las mujeres que a los hombres ya que, en ellas, la parálisis cerebral se desarrolla de una manera más rápida, según un estudio de la Universidad alemana de Heidel y la norteamericana de Stanford.

Finalmente se ha de reconocer que las bebidas etílicas son el ataque más feroz que sufre la sociedad actual. Una agresión cuyas consecuencias alcanzan todos los estamentos pero del que son especialmente víctimas los jóvenes, nuestro caudal más valioso.

Clemente Ferrer 

clementeferrer@yahoo.es