Según una encuesta elaborada por la Fundación Social Universidad Francisco de Vitoria (UFV) entre 500 inmigrantes provenientes de 36 países, el 25% de los mismos declaran haber perdido la fe en España. El 99,2% de los inmigrantes encuestados afirman haber tenido convicciones religiosas en algún momento de su vida, pero el 15% reconoce haberlas perdido a raíz de su permanencia en España y un 10% señala estar perdiéndolas actualmente.
La razón, señala el estudio es que los inmigrantes se insertan en una sociedad hedonista y consumista que les arrastra. Tampoco ayuda la escala de valores reconocida. El 43,7% de los encuestados reconoce ubicar su felicidad en la salud, el 23,7% en el dinero, el 18,9% en la familia y sólo el 2,5% coloca a Dios como su principal fuente de felicidad. De forma inconsciente, casi intuitiva, los valores biológicos (salud), humanos inframorales (el dinero como símbolo de prosperidad y éxito) parecen estar por encima de los valores morales (familia) y religiosos (Dios), señala el responsable de la Fundación Social UFV, Joaquín Saldaña, quien añade que los valores religiosos no anulan los demás valores morales, ni los sustituyen, sino todo lo contrario.