El primer aniversario del 15-M se ha iniciado la mañana de este martes, día de San Isidro, con protestas ante la sede de CatalunyaCaixa en Vía Laietana, en Barcelona, para criticar los desahucios y pedir la dación en pago como ya se hizo el lunes con Bankia en Madrid.
También ha habido concentraciones frente a Caixa Penedès, en la calle Pelai, y otro grupo ha instalado una carpa ante una sede de Bankia.
La portavoz de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH), Ada Colau, ha mantenido una reunión de un cuarto de hora con los servicios jurídicos de CatalunyaCaixa para presentarle 47 casos expuestos por la asociación. Se les ha comunicado que obtendrán respuesta en unos diez días.
La plataforma considera a las entidades bancarias como principales responsables de la crisis y solicita que se dé una segunda oportunidad a los afectados. Señala que entre 2007 y 2011 se han producido 500.000 desahucios en España. Y otros 500.000 podrían producirse hasta el año 2015. Entre sus peticiones figura la regulación del alquiler a precios asequibles, la paralización de los desahucios, la creación de una banca pública y una dación en pago "que no sea una estafa que ha generado confusión y falsas esperanzas entre las miles de familias afectadas", como denuncian en su página web.
Ha transcurrido un año desde que se iniciara el 15-M y su poder de convocatoria languidece en la calle y aumenta disgregado en las redes sociales, donde un exceso de información en sus páginas webs resta efectividad al movimiento. Las consignas en cambio vuelan vía Twitter.
Las altas temperaturas en ciudades como Madrid no son una excusa para un movimiento que congregó a un millón de personas el 19 de junio de 2011 en 60 ciudades del país.
España no es Grecia. Hasta el Ministerio del Interior ha distribuido una nota de prensa donde reza que la tercera jornada de concentraciones en la Puerta del Sol de Madrid se cerró sin incidentes y con ocho detenidos, y que a las 4:30 de la madrugada se terminaron las acampadas. Ya van 28 detenidos en los tres días de concentración en la Puerta del Sol. El 15-M pierde fuerza en la calle, pero no en las redes sociales, ni en las reuniones participativas que según María, activista de Democracia Real Ya, se han encontrado con alguna chinita en el zapato, como la prohibición de utilizar megáfonos electrónicos en las plazas: "No podíamos oírnos", ha explicado.
A pesar de que muchos de los antiguos indignados hayan pasado a ser resignados, los que siguen al pie del cañón saben que tienen fuerza para hacerle pupa al sistema, mediante el boicot, por ejemplo a la banca.
El lunes se acercaron a Bankia con una curiosa acción: por cada dación en pago que un cliente hipotecado indignado solicitaba, otro hacía lo mismo. Y a todo esto, la delegada del Gobierno en Madird, Cristina Cifuentes, acusa al 15-M de tener soporte económico por contar con abogados gratis. No tienen soporte económico, pero sí poder para hacer daño a la economía.
Kike Castelló, portavoz de Democracia Real Ya, lo resume así: "Cuando dice que tenemos soporte económico porque tenemos abogados que nos defienden las veinticuatro horas del día no sabe de lo que está hablando. Los abogados son gratuitos, porque entre la gente del movimiento hay personas que ha estudiado la carrera de Derecho…Y en cuanto a la influencia real que podemos tener sobre la Banca hay que reconocer que el código de buenas prácticas bancarias, que pese a ser insuficiente y no servir en la práctica para casi ningún caso, se debe en buena parte a las reivindicaciones del movimiento. Y todo se ha hecho trabajando mucho, con reuniones informativos, con trabajo vía Internet".
¿Hasta dónde puede llegar el 15 M? ¿Podría llegar a ocasionarse una crisis de liquidez en los bancos? "No es nuestra intención, pero sirve de toque de atención. Gracias al famoso coeficiente de caja por el que sólo un pequeño porcentaje debe ser mantenido en reservas líquidas se puede llegar a ocasionar una falta de disponibilidad de efectivo en los bancos".
Por supuesto, los ideólogos económicos del 15-M están a favor de la tasa Tobin y rechazan la deshonestidad intelectual de los discursos que discuten su utilidad. Y también están en contra de la amnistía fiscal. Opinan que debería establecerse la figura del crimen económico contra la humanidad y disponen de una plataforma que pretende lanzar un proceso de auditoría ciudadana para demostrar la ilegitimidad de la deuda, denunciar a sus responsables y exigir el no pago de la deuda ilegítima.
Sara Olivo
sara@hispanidad.com