Fainé y Brufau de acuerdo: presentarán a Solbes una plan de fusión entre Iberdrola y Gas Natural, pero Repsol se quedará como accionista de la empresa resultante

Galán será presidente y Villaseca consejero-delegado. Problemas: las dos sedes no gustan a José Montilla. Otro problema: EDF exige que ZP cumpla la promesa realizada a Sarkozy y E.ON insiste en que le interesa el mercado español pero que no intervendrá en Iberdrola. Por el momento, se entiende. 

Lo contamos en Hispanidad. Todo empezó cuando, en la Cumbre hispano-francesa, el Napoleón galo Nicolás Sarkozy le saca a Rodríguez Zapatero, en otro de los geniales lapsus históricos del presidente del Gobierno español, que la estatal EDF puede entrar en Iberdrola. Dicho y hecho. Los franceses comenzaron a comprar acciones en el mercado, hasta conseguir un 7% de Iberdrola. Cuando se descubrió la presidencial metedura de pata, la Moncloa se apresuró a pedir a los franceses que no compraran más acciones hasta pasadas las elecciones.

Pero el escándalo crece porque, tras entregar al Gobierno italiano Endesa no está bien que Iberdrola acabe en manos del Gobierno francés. Y mientras, Florentino Pérez continúa empeñado en aliarse con Suez, con EDF o con E.ON para desbancar a Ignacio S. Galán de la Presidencia de Iberdrola.

Al final, ha sido Galán quien ha tomado la iniciativa y se dirige al director general de Caixa, Juan María Nin, para ofrecerle una fusión entre Iberdrola y Gas Natural, con dos sedes. Bilbao, como base social y fiscal y Barcelona, sede operativa. Al presidente de la Generalitat, José Montilla no le gusta.    

En cualquier caso, entre todas las opciones -también la opción española de Antonio Brufau- parece que se impone esta, eso sí, con variaciones,  es que el presidente de La Caixa, Isidro Fainé, y el de Repsol YPF, Antonio Brufau, parecen haberse puesto de acuerdo. Las condiciones para Galán son las siguientes: Él será el presidente pero deberá contar con un consejero delegado, previsiblemente Rafael Villaseca, actual consejero delegado de Gas. Repsol YPF -importante- tomaría una participación en las empresas resultantes, producto de su participación en Gas y quizás algo más.

Naturalmente, para esa operación hay que cambiar la normativa. Por eso, los dos empresarios catalanes, Fainé y Brufau, lo hablarán con el vicepresidente económico Pedro Solbes que parece se va a llevar las competencias importantes de Industria, también Energía, dejando a este Departamento un tanto desangelado. La normativa deberá ser modificada aunque poco, y por fin podrá ser "campeón nacional". Y ojo, no olvidemos que Bruselas deberá dar el visto bueno, al igual que puede vetar una OPA de Iberdrola, dado que Iberdrola tiene más de un tercio de su facturación fuera de España.

Eso sí, si finalmente se produce la fusión habrá que solventar dos problemas:

1. ¿Qué le damos a ACS? ¿Su 8-13% de capital de Iberdrola? Podría ser.

2. ¿Qué le damos a EDF, aunque sólo sea por su 7% actual? Este problema es mayor, porque EDF no quiere activos sino que, como mega empresa estatal que es, lo que desea es quedarse con un paquete y luego, la vida es larga, aprovechar la ocasión. Y si no le hacen caso, pues EDF amenaza con aumentar su capital y jugar a lo bestia. La verdad es que lo mejor hubiera sido pararle los pies a EDF y optar por la opción española, la primigenia de Brufau, pero...

Iberdrola tiene más de un tercio de su negocio fuera de España, por lo que es Bruselas quien debe decidir si E.ON o EDF lanzasen una OPA.

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com