• A principios de este año anunció que si ganaba las elecciones se retiraría en 2017.
  • El presidente se escuda en la oposición: sería bueno que continuara su gestión al frente de la alcaldía de Guayaquil.
  • Cambiar la Constitución no será un problema: Correa cuenta con 100 de los 137 votos de la Asamblea Nacional.

Las últimas elecciones presidenciales y legislativas en Ecuador se celebraron el pasado 17 de febrero. Antes de esa jornada, Rafael Correa anunció que si ganaba, en 2017 -al finalizar su tercer mandato- se retiraría, tras diez años en el poder.

Pero miren por dónde, va a ser que no. Ha cambiado de opinión. Pero para que no se note mucho, ha utilizado a la oposición y a la prensa para justificarse. Ciertamente, estamos ante un tipo inteligente.

Correa ha propuesto este martes al alcalde de Guayaquil, Jaime Nebot (ambos en la imagen), líder de la oposición política, un acuerdo para solicitar a la Asamblea Nacional reformar la Constitución para permitir la reelección indefinida para todas las autoridades de elección popular.

En la carta dirigida a Nebot, Correa afirma que lo que le ha llevado a esta petición han sido los comentarios y los titulares de algunos medios de comunicación ecuatorianos, que han sugerido ventajas en la continuidad de las gestiones, en especial en la alcaldía de Guayaquil.

La reforma de la Constitución no será un problema para Correa, ya que cuenta con 100 de los 137 votos de la Asamblea Nacional. Eso sí, desde el inicio del debate hasta la votación final debe pasar, al menos, un año.

Pablo Ferrer

pablo@hispanidad.com