El problema de generar empleo en España no son tanto los salarios como las cotizaciones sociales. El gasto que suponen estas últimas es un lastre, pero el Gobierno se resiste a ceder un paso en cualquier cosa que signifique recaudación. En una negociación que ha estado dos años parada y a la que ahora se mete prisa, el presidente de la CEOE, Gerardo Díaz Ferrán, ha anunciado que estaba dispuesto a ceder en lo que no tenía que ceder: acepta posponer la reducción de cotizaciones hasta 2012. Y, de paso, en cuanto a los salarios, Díaz Ferrán también va en la dirección opuesta. El presidente de la patronal exige rebajas en los salarios, como mínimo del 5%.
La otra gran cuestión es la de las causas del despido. Los empresarios quieren concretarlas para dar un uso efectivo del despido por causas objetivas con indemnización de 20 días por año, y cuestiones relacionadas con el contrato a tiempo parcial, de obra y servicio o con el absentismo. "Se puede decir que no hay acuerdo en ningún capítulo", asegura Díaz Ferrán.
Su antecesor en el cargo, José María Cuevas, solicitó siempre reducir las cuotas sociales a cambio de subir el IVA. Desde ese punto de vista, se compensaría lo que se deja de percibir por las cuotas con lo que se recoge con el IVA, especialmente ahora que la inflación está baja. Pero el Gobierno es en este punto insaciable: no renuncia a las cuotas y quiere más IVA.