Los doctores Pablo Carretón, ex jugador de los Pumas y director del Hospital Municipal "Ramón Carrillo" de Yerba Buena, en la provincia argentina de Tucumán, y Luis Mirande, vicerrector del mismo hospital, fueron recientemente despedidos por Roberto Martínez Zabalía, intendente de la región y militante del Partido Recrear, fundado por el economista López Murphy.

La presión no es nueva, porque desde hace tiempo les recortaron el presupuesto necesario. A pesar de ello, estos doctores han hecho gala de eficiencia administrativa y honradez en la gestión. Pero la presión se ha transformado en despido. La razón aludida es supuesta malversación de fondos. Entre los "alcances" de estos gestores se encontraba una donación a una parroquia, no presentar los comprobantes de los gastos en refrescos o comprarle una bicicleta a un empleado. Como ven, pura corrupción.

Lo que de verdad ocurre es que estos médicos no repartían anticonceptivos ni abortivos, pusieron un consultorio gratuito para enseñar el Método Billings y, además, organizaban charlas para educar en valores. Intolerable. Así que ya no prestan sus servicios gerenciales para el Hospital "Ramón Carrillo". Curiosamente, el que les dio pasaporte es un hombre del partido de López Murphy, declarado católico. O algo así.