Decíamos ayer que ZP había dado la llave del erario público para otorgar subvenciones a los cineastas a la presidenta del Academia del Cine, Ángeles González-Sinde, es decir, a quien hasta el momento reclamaba esas subvenciones públicas. Por cierto, tras un año -2008- que ha llevado la mamandurria de los bardenes a la cima: la subvenciones públicas del PSOE a sus agentes propagandistas del mundo del espectáculo ha superado a la recaudación del cine español, datos del diario La razón que no precisan glosa alguna para abochornar a cualquiera menos a los interesados.
Pues bien, Sinde, en su denodada lucha contra la piratería en Internet, llegó a exigir a Telefónica y al resto de telecos que redujeran la velocidad de Internet o la encarecieran. Dicho de otra forma, paralizar el avance de la tecnología de la información. Es como exigir a Iberia que cambie sus Airbus por aparatos de vuelo sin motor para evita el calentamiento global. A lo mejor incoa un decreto en este sentido... y al ministro Sebastián le da un síncope.
Ya se sabe que los progresistas son poco amantes del progreso.
También las asociaciones de internautas están más que preocupadas por el hecho de que pretenda cobrar cánones por casi todo. Ya se han organizado a través de redes sociales.
De la Vega considera que el Gobierno será capaz de compaginar las reivindicaciones de los internautas y de los creadores (propiedad intelectual). Incluso se permite afirmar demagógicamente que los internautas serán los protagonistas. La retórica sale gratis.
Por cierto, por Internet corre el acrónimo -de atrás hacia delante- de Excelentísima Ángel González-Sinde: SGAE.
Como guinda de la tarta -al aprecer la única nota positiva de la nueva ministra- los nacionalistas catalanes braman porque González-Sinde firmó el apoyo al Manifiesto por la lengua común, en defensa del uso del idioma castellano y su marginación en Cataluña.